“Te quiero presentar a un muchacho”, le hacía saber el cortaorzuela al compositor y cantante a través de un correo. Tras ponerlos en contacto, el artista y el mancebo se conocieron a mediados del 2014. Desde el primer día Juan Gabriel le pidió a Efraín que vivieran juntos, hecho que no ocurrió sino hasta el año siguiente. Pero el joven nunca se halló en la casa de Cancún de Juanga y le pidió a éste que se fueran a vivir a Sonora. Tanto amor sentía el intérprete por su novio, que se mudó a San Carlos, Sonora.
Toda la prensa de espectáculos sabe que allá fincó su última morada, en una casa frente al mar.
“Me mudo a Sonora porque ahí podré seguir componiéndole al amor”, les dijo a sus amigos cercanos. Al Divo de Juárez no le importó dejar su preciada residencia y estudio de grabación de Cancún por irse a vivir a la tierra de quien se había apoderado de su corazón.
Juan Gabriel convivió mucho con los padres y hermanos de su pareja; frecuentes eran las visitas que ellos les hacían a los enamorados. El último novio del nacido en Parácuaro, Michoacán, es un hombre preparado y cero vicioso. Es licenciado en administración de empresas y no fuma ni toma. Durante el tiempo que fueron pareja, Juanga le obsequió a Efraín una camioneta con la que paseaba por Guaymas, Hermosillo y Ciudad Obregón.
Ambos se volvieron inseparables. De hecho el domingo pasado, día del fallecimiento, se encontraban juntos. Sí, el último novio de Juan Gabriel se hallaba en el mismo lugar donde éste murió. (Por: Alex Kaffie / Diario Basta)