Ya sea por desinterés, por pena o por la misma migración que los lleva a vivir a las ciudades, sólo tres de cada 10 niños que viven en las comunidades de Quintana Roo aprenden a hablar la lengua maya.
En la actualidad, el uso de la lengua maya en Quintana Roo experimenta un importante descenso que puede atribuirse a los factores antes mencionados, dado que los cambios económicos refuerzan la necesidad de abandonar las zonas rurales para integrarse a las zonas urbanas, y en general los cambios en las actividades económicas tradicionales que han dejado de ser redituables en comparación con las actividades relacionadas al turismo, por lo que actividades como la agricultura tradicional han sido poco a poco abandonadas por la población más joven.
En cambio, la población que habita en la zona norte del estado enfrenta un dinámico proceso de transculturación y de reformulación de la identidad por la influencia que ejercen en el contexto urbano y la atención al turismo.
Según estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2010 la población maya-hablante en Quintana Roo era de 198 mil 587 personas, pero el año pasado la cifra se redujo a 186 mil 235, es decir, 12 mil 352 menos (6.5 por ciento).
DESINTERÉS POR ENSEÑAR
Mary Cobá Cupul, presidenta de la Asociación del Consejo de Pueblos Mayas, reconoció que la identidad y la espiritualidad de las comunidades mayas se ha perdido poco a poco en las últimas dos décadas.
“Hoy en día las personas en los pueblos ya no hablan su idioma materno y los adultos ya no quieren enseñar el maya a sus hijos, situación que a nosotros nos preocupa”, dijo.
Recordó que antes la mayoría de las personas sólo hablaba el maya en las comunidades y que desafortunadamente hoy en día la mayoría de los niños no lo hablan.
“Esto es parte del mundo globalizado en que vivimos, ya que la educación es en español y esas generaciones que han crecido con este idioma no aprenden maya”, precisó.
Cobá Cupul explicó que a muchos les da pena hablar maya y que parte del trabajo que hacen en su agrupación es buscar regresar a los orígenes y trabajar con las personas para concientizarlos de que la cosmovisión de los mayas debe de seguir.
“Se sabe que las nuevas generaciones no quieren hablar maya e incluso algunos niños nos han comentado que qué ganan con hablar maya, porque con eso no podrán vivir, pero les decimos que los verdaderos mayas lo ven como una forma de vida de una gran civilización”, aseveró.
La presidenta de la Asociación del Consejo de Pueblos Mayas destacó que si a las nuevas generaciones no se les inculca desde el seno familiar la importancia de la cultura y la cosmovisión, no sabrán el porqué se pertenece a una etnia, y si a esto se le suma el desinterés de la sociedad por preservar la cultura, es así como se va perdiendo la identidad.
CÓMO PRESERVARLA
La Secretaría de Desarrollo Social e Indígena (Sedesi) destaca que la preservación de la lengua y cultura maya específicamente, adquiere especial interés ya que ésta simboliza la identidad de la población nativa y no nativa de Quintana Roo.
Es por ello que recomienda elevar a prioridad estatal la preservación y promoción de la lengua y cultura mayas, promover la creación de la academia de la lengua maya del estado, que tendría como objetivo investigar, documentar, promover y conservar las expresiones orales y escritas de esta lengua en la entidad, así como incentivar la publicación de textos de didáctica y divulgación como libros, diccionarios, grabaciones de audio y métodos de estudio para incentivar su conservación, revalorización y desarrollo.
Esta academia se vincularía con instituciones similares que ya operan en los otros estados de la península para promover intercambio académico y de acervos.
Además, que a través de la Secretaría de Desarrollo Social y el Instituto de la Etnia Maya y Comunidades Indígenas impulsar la formación de profesionales que se integren al padrón nacional de intérpretes y traductores en lenguas indígenas a través de un convenio de colaboración con las universidades de Quintana Roo, para que profesionales del derecho que sean maya-parlantes puedan recibir cursos en los centros de idiomas y ser certificados por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) como peritos traductores para contribuir de esta forma a una impartición de justicia más plena y accesible a la etnia maya, entre otras cosas. (Renán Moguel/QUINTANA ROO HOY)