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Devastación sin freno

 

CANCÚN, Quintana Roo.- A ocho meses de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente Profepa, oficina regional en Akumal decretara la clausura parcial temporal de las obras de ampliación del hotel Me by Meliá, el marasmo y la indefinición han sido las herramientas del hotelero Daniel Araf y sus socios para permanecer impunes ante las sentencias que hiciera el propio organismo en el informe de su primera visita de inspección a las obras de ampliación en noviembre pasado.

En su momento, la dependencia determinó afectaciones a la flora y fauna silvestre, al hábitat de especies protegidas, entre otros, lo que supone un impacto ambiental documentado, lo que no ha obstado para que continúen con las obras, a pesar de que, a ocho meses, la propia autoridad no haya resuelto levantar la suspensión.

A pesar de todas las irregularidades encontradas, tanto municipales como federales, el hotel Me By Meliá continúa con la obra de ampliación y remodelación de su inmueble por el lado de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), lugar que invadió no sólo los lugares tradicionales de anidación de la tortuga marina, sino que para iniciar los trabajos se derribaron especies vegetales protegidas por las leyes como la palma Chit.

Las obras de este complejo hotelero, realizadas por la empresa promotora Amaneceres Del Caribe 1, S. de R.L. de C.V., operadores del hotel Me by Meliá, llamaron la atención de vecinos y visitantes por su magnitud y por el lugar donde se realizaban los trabajos, ya que la edificación de dos edificios sobre la playa invadió áreas delicadas de conservación de flora y fauna marina.

INICIO DE LOS TRABAJOS

Fue en agosto de 2016, cuando el inmueble inició con los trabajos, aún durante la temporada de desove de tortugas marinas, con el uso de maquinaria pesada y luces muy intensas, pues los trabajos se desarrollaban durante el día y la noche.

La inconformidad de los vecinos fomentó la denuncia popular, al grado que Lenin Amaro Betancourt ingresó a la Profepa una denuncia que fue registrada por la dependencia con el número PFPA/29.7/2C.28.2/0261-16.

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Derivado de esta denuncia, el 22 de noviembre de ese mismo año, la procuraduría, a través de las oficinas regionales en Akumal, realizó una visita de inspección al kilómetro 11.5 del bulevar Kukulcán, en donde se decreta la clausura parcial temporal de los trabajos de remodelación y ampliación.

Los motivos de la clausura, según se explican en el comunicado de prensa que se emitió el 3 de noviembre del año pasado, atiende a que, durante la inspección que hicieron inspectores de Profepa se encontraron con obras como: “dos edificios de cuatro niveles, una cisterna; la remodelación del hotel principal y jardineras, así como excavaciones y remoción de suelo, todas sin contar con autorización de Semarnat”.

AFECTACIONES

El comunicado es específico respecto del objetivo de la Clausura: “la medida de seguridad impuesta tiene como propósito evitar que se continúe con las actividades de construcción, las cuales pueden afectar la duna costera y la playa, que es lugar de anidación de tortuga marina”.

Se explicó que el hotel está muy próximo al Área Natural Protegida (ANP), Laguna de Nichupté y documenta la afectación de especies de la vida silvestre como la palma Chit y la iguana gris.

Es decir, los inspectores de la Profepa, además de haber requerido la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), con la cual no contaba el hotel al momento de la inspección y que tampoco hicieron en ese momento el señalamiento a salvedad alguna que les asistiera, encontraron afectaciones y daño al ambiente, a especies de la vida silvestre, al hábitat de especies protegidas por estar en peligro de extinción como la tortuga marina, entre otros.

DESACATO

Al día siguiente de la clausura decretada por Profepa con la debida colocación de sellos visibles, tanto en la zona norte, como sur del complejo hotelero, Daniel Araf ordenó el retiro de uno de los sellos ubicado en la zona sur, esto es, en la zona adyacente a la playa y la continuación de los trabajos de construcción.

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Ello se advierte a simple vista, los límites de las propiedades vecinas siguen una línea recta, la cual se altera justo en el hotel Me by Meliá, es decir, se extiende hacia la playa más allá de esa línea imaginaria varios metros dentro de terrenos ganados al mar no desincorporados.

En el primer comunicado de prensa, que se emitió el 23 de noviembre de 2016, la autoridad advierte que, “además se elaborarán las denuncias correspondientes, que de acuerdo al Código Penal Federal podrían alcanzar penas desde uno a nueve años de prisión y de 300 a 3 mil días de multa”.

Ante las evidencias, ciudadanos, a través de redes sociales y medios de comunicación, denunciaron la violación a la clausura a través de la continuación de los trabajos y del retiro de sellos de clausura, delitos sancionados por el Código Penal Federal.

DEFIENDE DEVASTACIÓN

El comunicado de prensa con número BP/1130-16 del 14 de diciembre de 2016, la Profepa cambia radicalmente el tono y el sentido de su discurso, ya que en el encabezado advierte “Constata Profepa no violación de sellos de clausura en obras del hotel Me by Meliá Cancún”, y en el sumario abunda: “Comprueba que sellos permanecen en dos edificios adyacentes al complejo central que data de 1987”.

La aclaración sobre la fecha de construcción que aparece por primera vez en ese documento, argumento que, en todo caso no corresponde a la dependencia aportar, tiene entonces el objetivo de hacer la justificación por la inexistencia de la Manifestación de Impacto Ambiental, estrategia central de la defensa del hotel.

Además, desestima las evidencias que en su momento presentaron los medios de comunicación, dado que el comunicado señalaba que, “en respuesta a denuncias publicadas en algunos medios de comunicación de la localidad, esta Procuraduría confirmó que los sellos impuestos por dichas anomalías se mantienen en los sitios donde inicialmente se colocaron”; explica que la dependencia se encuentra en proceso de emitir un emplazamiento, pero no justifica el sumario que habla de la fecha de construcción.

La Profepa desestimó la denuncia PFPA/29.7/2C.28.2/0261-16, e inicia litigio a través de comunicados. Sin informar que, la visita de inspección del 22 de noviembre de 2016 se desprende de la denuncia PFPA/29.7/2C.28.2/0261-16, la dependencia justifica las defensas oficiosas del Me a través de comunicados y haciendo mención de que atienden a señalamientos hechos en medios de comunicación; luego de la visita de inspección que hiciera el personal de la oficina regional de Akumal, por instrucciones de las oficinas centrales en la Ciudad de México, en lo subsecuente, es la oficina de la delegación estatal de Profepa quien emite los comunicados y omite todo lo relacionado a la denuncia popular.

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Previo a la resolución mediática de la dependencia, el hotel ME by Meliá publicó una carta abierta el 25 de enero de 2017 en donde señala que les asiste la razón con base en el artículo 6° del Reglamento de la Lgeepa en materia de impacto ambiental y que la autoridad estaría por resolver en su favor y hasta la fecha se desconoce si cuentan con los permisos para la edificación. (Redacción/Quintana Roo Hoy)

Publicado por
Redacción Quintana Roo