“Demian no es mujeriego, algo estaba mal para que se metiera una persona entre nosotros, yo tenía 21 años y Demian Bichir me lleva 10. Fue mi primer amor, pero después del divorcio fui a terapeutas y psiquiatras y te puedo decir que soy antes y después de Demian Bichir, descubrí que me desbordé tanto de amor, que entregué mi persona entera; le di toda mi luz y me volví gris; no era un amor tranquilo ni gozoso de mi parte. Yo a él lo recibía como princesa, la camisa almidonada por mí, el perro bañado, la casa perfecta, me preocupaba más por Demian que por mí misma, y yo decidí que así fuera, él no me lo pidió porque es un hombre muy bueno, muy claro y por la derecha; pero yo idealicé ese amor y cuando se fue con Kate trabajé en mis emociones y ya nunca más he sido tapete de nadie”.
¿Qué harías si vieras a Kate del Castillo que andaba con tu marido Demian estando tú y él casados?
No me he encontrado a Kate, y si la encuentro no le reclamaría, no tengo nada que decirle; lo que pasó, ¡pasó! Le diría buenas noches, pero no voy a abrazarla: yo sí me curé, yo me concentré en ponerme bien, en aprender de lo que hice mal y cerrar un ciclo. Mi relación con Demian ahora es muy buena, pero no sería amiga de Kate, ella es alivianada y no le tengo rencor ni me preocupé por su vida desde que anunciaron que ellos estaban juntos.
¿Si no fuera por Kate, seguirías casada con Demian Bichir?
No lo sé, las personas pasan por tu vida por algo; estuve con Demian 7 años y después del divorcio con él nos hemos encontrado, visto y abrazado con mucho cariño, pero yo hice mi duelo, fui a terapia y gracias a eso estoy bien.
¿Demian te pidió perdón siquiera?
Sí, cuando nos separamos, porque él es de dar la cara.
¿Cómo te diste cuenta que te engañaba?
Cuando vi las cuentas de 8 mil pesos de llamadas telefónicas a Kate, pero yo no veo ya nunca los recibos de teléfono, nunca lo hice con Lisardo, y cuando tengo pareja no lo voy a andar cuidando ni persiguiendo ni celando; no soy acosadora, nunca lo fui y mira que soy escorpión; pero trabajé mi duelo, y nadie tiene la culpa de mi pasado, pero a mí me gusta que se me respete y se me d mi lugar.