Ayer llevé a mi hija Michaela por primera vez al cine; yo no sabía que existía algo así, ahora ya hay unas salas especiales para niños chiquitos ¡que tienen juegos! ¡Oyó usted bien semejante sacrilegio! ¡Juegos! Albercas de pelotas, toboganes, columpios, resbaladillas ¡en plena sala! Y los niños juegan ahí con un escándalo infernal, brincan y gritan sin parar, todo esto antes de la función, y ya se podrán imaginar ustedes el pedo que resulta bajarles la adrenalina a los engendros demoniacos para que se sienten a ver la película. A mí me costó uno y la mitad del otro, pero al final se logró. La película fue Coco, que primero yo pensé que era protagonizada por Diego Armando Maradona, pero resulta que no, que era de animación, de Disney-Pixar, y pues que comienza.
Hoy por hoy, parece que esta película ya llegó, por lo menos en México, a ser la película de Disney más exitosa de todos los tiempos. Y, dicho sea con verdad, me da gusto; pues hay que decir que la película completa se basa en nuestras tradiciones mexicanas del Día de Muertos y es un orgullo que esas sean expuestas ante todo el mundo, porque son verdaderamente sensacionales. La película trata sobre un niño que en ese día, por razones que ya seguramente verán, pasa del lado de las almas la noche de muertos y ahí se encuentra con sus antepasados. La película está hecha maravillosamente, con decirles que hasta mi niña a su año y medio de edad se quedó atónita ante todo lo que sucedía en la pantalla. Un placer también escuchar voces en el doblaje de la película muy familiares para nosotros, como Gael García Bernal, Angélica María, Angélica Vale y Marco Antonio Solís El Buki, entre muchos otros. La película a veces puede llegar a ser pretenciosa intentando, como todas las películas de Disney, dejar una enseñanza, un mensaje positivo; también es muy triste, como casi todas las de Disney también. La película tiene sus momentos muy depresivos, la luz también es muy lúgubre y al final uno siempre termina llorando, por lo que mi hija es hora en la que todavía no me habla. Triste la película, bien hecha, rescata nuestras tradiciones bien doblada, una película animada pero más para adultos, desde mi punto de vista. Ya no hay gaznates en el cine, pero ahorita me voy a desquitar. Moraleja: “Directito al tobogán yo corro y no me importa que en una de esas, se me atore el ped…”. He dicho.