Rubén Company
QUINTANA ROO HOY
Recibimos en nuestra sala de redacción a la talentosa cantante, y muy guapa (además) Sheila, que en realidad su nombre se pronuncia “Shyla”.
Al empezar a platicar con ella nos adentramos a un sinfín de historias por las que la vida le ha llevado, entre ellas la muerte prematura de su madre a los 6 meses de vida de la artista, y 10 años después la pérdida de su padre.
Extrayendo el amor por la música de su padre, pues nos cuenta que en sus primero años ella fue testigo su pasión por este arte, conjugándolo con el de su tía abuela, quien la creció como a una hija, y la participación clave de una monjita, Sheila crece dominando el arte de la música, que se deja ver cuando sale su poderosa voz, lo que la lleva a ser parte de una agrupación en donde tuvieron el honor que el grupo Maná, en sus inicios, sean quienes les abrieran los conciertos, para que años después nuestra entrevistada se convirtiera también en la asediada corista de Maná.
Muchas historias que platicar, pero nadie mejor para contarlo que ella misma…
Mi querida Sheila, veo en tu bio una canción tuya que se llama “Ángel de Luz”, me puedes explicar a quién te refieres?
Ángel de Luz es una canción que yo le compuse a mi mamá. Yo no la conocí porque ella murió cuando yo tenía 6 meses de edad y pues decidimos ponerle ese nombre al disco.
Si no conociste a tu mamá ¿cómo te inspiras para dedicarle una canción? ¿Qué dice la letra?
Justamente habla de ese ser angelical, como lo es una madre, que siempre está protegiéndonos. Porque mira, a muchos nos pasa que se van nuestros seres queridos y pensamos que ya se acabó todo, pero yo en lo personal pienso que trascienden.
Tengo entendido que traes por ahí en tu sangre una mezcla de culturas que también supiste trasladar hacia la música, ya que tu madre es Irlandesa y tu padre mexicano…
Mira, mi papá murió cuando yo tenía a penas 10 años, él era médico, pero era súper melómano, entonces creo que yo también por ahí agarre el amor por la música.
¿Y en tu familia hay músicos? O ¿en qué momento sabes que quieres dedicarte a la música y cuándo descubres tu voz?
Toda la vida. Desde que me acuerdo canto. Recuerdo una vez que una monjita, en la escuela, me escuchó cantar y me llamó y se puso en el piano, me pedía que yo la siguiera, entonces yo la seguía cantando y me enseñó muchas canciones yucatecas. Mi papá era amante de la trova yucateca, entonces aprendí mucho de él y de la monjita que siempre me enseñó la música clásica yucateca. Después yo aprendí a tocar la guitarra, me metí a jazz y aprendí más cosas.
¿Quién se encarga de tu educación después de que papá y mamá no están contigo?
Nosotros nos quedamos con una tía abuela, política. Ella nos dio todo, y lo más importante, amor, y sumado a eso ella era una fanática de la música, así que ahí también traigo la enseñanza.
Cambiando un poco el tema, sé que estuviste en un grupo musical que se llamó “Carmín” y trae una onda bastante divertida y sorprendente, que luego de alguna forma se liga con tu futuro ¿quieres contarme?
Claro, era una agrupación con la que grabamos dos discos. Un cuate de México, que por cierto él (Memo Gil) fue el primer productor de Maná, pero antes de ser productor de Maná, fue productor de nosotros y “Carmín” fue la primera producción en su vida. Entonces Memo lanza este proyecto y nos escuchan en Los Ángeles, y empezamos a tocar y a presentarnos, nos fue muy bien y empezamos a vender discos. Claro, en ese entonces eran de acetatos.
Te hablaba de que esta historia de alguna forma se liga con tu futuro porque, 20 años dedicaste a ser corista del grupo Maná y de alguna forma tuviste un nexo, queremos pensar, por Memo Gil. Mi pregunta es ¿cómo llegas a Maná?, ¿Memo Gil te ayudó?
No. Resulta que con la banda, ya nos conocíamos de muchos años atrás y por medio de la música nos reencontrábamos seguido. Por la escuela también porque yo me metí a estudiar una carrera y ellos estudiaron conmigo, etcétera.
Ellos se llamaban “Sombrero Verde” en aquel entonces, y recuerdo que Fernando me dijo: “Oye, llévale este casete a Pepe Quintana”, quien era el encargado de la sección latina de la productora y fue cuando cambiaron su nombre de “Sombrero Verde” a “Maná”.
¿Y tú ya estabas con ellos cuando Sombrero Verde?
Si grabé algunas cosas, pero yo no figure con ellos como corista hasta Maná. Después Memo Gil graba a Maná, pero recuerda que también nos grababa a nosotras como “Carmín” y en realidad “Sombrero Verde o Maná” nos abrían los conciertos a nosotros, y era divertido porque viajábamos juntos por que hicimos gira por toda la república.
¡Qué interesante historia!… Entonces después de tantos años de carrera tú decides regresar al escenario, pero ¿ahora por tu cuenta?
Yo nunca he dejado de hacer cosas por mi cuenta. Este es mi cuarto disco, y yo también me he enfocado mucho con el cantautor, y estaba muy padre trabajar con Maná, pero ese era su rollo, no el mío, y con eso no quiero decir que no lo disfruté.
¿Qué sigue con Sheila?
Sigue seguir haciendo música por todos lados.