Redacción / Grupo Cantón
Espectáculos.- La controversia por la estatua de Florinda Meza en Juchipila, Zacatecas, ha desatado un nuevo debate en torno a la memoria de Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, y a las figuras que formaron parte de su vida personal y artística. Ahora, miles de usuarios en redes sociales impulsan una propuesta ciudadana para erigir una estatua en honor a Graciela Fernández, su primera esposa y madre de sus seis hijos.
La propuesta, que ha cobrado fuerza entre seguidores del comediante y fanáticos de la serie biográfica “Chespirito: Sin querer queriendo”, busca reconocer públicamente a Graciela Fernández no como figura secundaria, sino como un pilar clave en la vida y carrera del creador de personajes como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado.
Del rechazo a Meza al reconocimiento de Graciela
Tras la reciente convocatoria en redes para retirar la estatua de Florinda Meza colocada en 2019 en la plaza principal de Juchipila, han surgido voces que reclaman visibilidad para Graciela, una figura muchas veces ignorada en el relato oficial sobre la vida del comediante.
Los usuarios han lanzado mensajes como: “La original merece su lugar”, y han sugerido que la escultura no se coloque en Argentina, su país natal, sino en México, donde construyó su vida junto a Gómez Bolaños y contribuyó en silencio al desarrollo del universo Chespirito.
El legado desde la sombra
Graciela Fernández, de ascendencia argentina, conoció a Chespirito en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México, y se casó con él en 1968. Durante más de dos décadas fue su compañera, madre de sus hijos y apoyo constante en su carrera.
Entre sus contribuciones más recordadas se encuentra la confección del traje original del Chapulín Colorado, un ícono de la televisión mexicana. Acompañó a Gómez Bolaños en giras y grabaciones, sin figurar nunca en los reflectores.
Tras su separación en 1989, Graciela se mantuvo alejada del medio artístico y falleció en 2013. Su historia ha sido recuperada con fuerza a raíz del éxito de la bioserie de Max, donde se muestran sus aportes y su rol fundamental en la vida del comediante.
Un homenaje desde México
La iniciativa de levantar una estatua en su honor, con sede propuesta en la Ciudad de México o en locaciones icónicas del espectáculo, ha sido vista como un acto de justicia histórica por quienes consideran que su legado ha sido minimizado.
Los promotores del homenaje insisten en la importancia de rescatar a Graciela Fernández como la verdadera compañera, madre y creativa que, desde las sombras, ayudó a cimentar uno de los legados más queridos de la televisión en español.
La discusión en redes sociales continúa creciendo, y algunos activistas ya preparan campañas formales de recolección de firmas para llevar la propuesta a instancias culturales.
“Ella también es parte del fenómeno Chespirito, pero nadie le dio su lugar. Es hora de cambiar eso”, expresó una usuaria en uno de los grupos de seguidores del programa.