CANCÚN. El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, aseguró que los hoteles RIU Riviera Cancún y Grand Island pasaron por procesos de autorización federal e incluso uno de ellos enfrentó largos litigios que logró sortear luego de varios meses en tribunales, por lo que solicitar que no se construyan en Cancún como lo ha hecho el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) atenta con la certidumbre jurídica que es esencial para la atracción de nuevas inversiones.
El mandatario estatal aseguró que ambos proyectos cuentan con autorizaciones hechas por dependencias federales durante el actual gobierno de México, ante lo cual consideró que los proyectos deben analizarse en función de su cumplimiento con los requerimientos legales y entonces determinar su viabilidad.
“Me parece que este tema en particular se cumple con lo que la ley pide hoy; los proyectos que ahí se tienen (RIU Riviera Cancún) han tenido procesos judiciales que permiten ofrecer determinada certeza jurídica; no se está yendo en contra de la ley sino todo lo contrario; existe una certeza de los mismos.
“Habrá que hablar con Fonatur respecto de esta situación, eso genera derechos adquiridos. Tal como están planteados los proyectos es en función de cómo estaba el programa director (de Cancún) al momento de su adquisición, y si hablamos de certeza jurídica y respeto a la ley, pues tendremos que cumplir con ello”, expuso el mandatario.
Adelantó que buscará una reunión con el director del Fonatur para conocer las inquietudes expresadas en torno a la sobredensificación de Cancún, en la cual “seguramente tendrá que haber una revisión… de cualquiera de estos dos proyectos”.
Declaraciones
Sobre las recientes declaraciones de Rogelio Jiménez Pons en el sentido de que ambos hoteles fueron autorizados en periodos “muy oscuros” de Cancún, lo cual ha generado una carrera absurda de especulación y sin sentido para sobredensificar el destino, Joaquín González comentó: “Seguramente habrá que demostrarlo, ya que ha habido todo un proceso legal sobre el RIU, principalmente, que lleva ya muchos meses de procesos, de demandas, de amparos, que evidentemente le han dado un tema jurídico. “Habrá que el privilegiar el respeto a la ley y respeto a la certeza jurídica en Quintana Roo, más allá de un comentario de tipo mediático”.
En recientes declaraciones para El Economista, Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), aseguró que han ofrecido canje de terrenos a los dueños de los proyectos hoteleros Grand Island y RIU Riviera Cancún, de tres mil y 500 habitaciones respectivamente, para que se abstengan de construir en la zona hotelera de Cancún, porque ya no existe la capacidad para dar servicio a nuevas habitaciones en la zona.
Adelantó además que enviarán una carta formal al ayuntamiento de Benito Juárez solicitando que se abstenga de autorizar la construcción de nuevos hoteles en la zona hotelera de Cancún por los mismos motivos, es decir, la no existencia de condiciones para seguir creciendo la infraestructura hotelera.
Jiménez Pons aseguró que Fonatur tiene terrenos para ofrecer a cambio a los dueños de ambos proyectos en otros destinos turísticos del país donde sí hace falta nueva inversión hotelera, como Huatulco o algún otro Centro Integralmente Planeado del país. “No queremos espantar la inversión, pero no estamos de acuerdo que se dé un sobreexplotación de lo que ya está muy sobrecargado. Lo que hoy pudiera ser considerado como una ganancia para la región en términos de inversión a la larga se va a perder por la sobrecarga del entorno, aseguró.
El funcionario añadió que en el caso de Cancún hubo muchas autorizaciones para sobredensificar el destino “que tienen un origen muy oscuro y no estamos de acuerdo que se siga por ese mismo camino por una carrera absurda de especulación y sin sentido”.
Por Jesús Vázquez/GRUPO CANTÓN