La identificación y el amor propio que el cronista Gaspar Maglah Canul tiene sobre Kantunilkín pasa por la minucia toponímica e indica que su fundación acaeció en la tercera década del siglo XIX, según datos y recortes de periódicos que nos brinda el entrevistado.
En sus crónicas, Maglah Canul refiere que Kantunilkín actual es el mismo, después de una “muda” o cambio de asentamiento, respecto de la cual Juan Vellido, el vecino de Valladolid, hiciera su descripción en la relación de Uayma y Kantunilkín en 1579.
En el mapa que el incansable Peter Gerhard hiciera de estos pueblos en el siglo XVI, el segundo Kantunilkín aparece entre Cachí y Cehac y cercano con “Sinsimato” y Chancenote. Más al oeste, se encontraba Tizimín. Vellido escribió que Cantaniqui (Kantunilkín), estaba 18 leguas hacia el puerto de Conil, “el cual dicho estaba fundado hacia donde sale el sol”.
Cuando se le dio en repartimiento a Vellido, Kantunilkín contaba con 128 tributarios y “dicho pueblo mudado por los religiosos de la orden del señor San Francisco cerca de la cabecera de doctrina, sacándolos de su natural asiento casi ocho leguas, lo cual fue causa de haber venido los dichos indios, como vinieron por la dicha mudada, en gran disminución…”
Es decir, la fundación de Kantunilkín se dio en el siglo XVI, no en la tercera década del siglo XIX, pero Maglah responde a estos pocos datos que se cuentan del pueblo de forma magistral: “¿Acaso Cantaniqui se convirtió, siglos más tarde en Kantunilkín en el nuevo asentamiento donde ahora se ubica nuestra ciudad?”.
Lo cierto es que estamos de acuerdo en esta idea de Maglah de los sucesivos kantunilkines que han visto la luz a lo largo de esta historia de más de medio milenio: “Con siglos de historia y con pueblos que nos antecedieron, nació el actual Kantunilkín dentro de una muralla verde de selva virgen.
Pero la importancia del estudio de Gaspar Maglah no es la minucia histórica sino la memoria reciente, aunque estamos de acuerdo con que Kantunilkín se volvió en un frente de ataques de los de la Santa Cruz después de la segunda mitad del siglo XIX, a resultas del cual el pueblo varias veces se dispersó en rancherías, o bien, tuvo que defenderse y formó guardias de hombres armados que duraron, refiere Maglah, hasta 1954.
Episodio histórico
Al finalizar la Guerra de Castas en los albores del siglo XX, Maglah apunta que las dispersas familias bajaron al pueblo para hacerla crecer hasta 1916, en que cayó la gripe española, que vino precedida de una llovizna, para diciembre de ese año. Las plagas de langostas vendrían años después.
El libro de Maglah sobre Kantunilkín se enfoca más en analizar con detenimiento las fiestas y las tradiciones de su pueblo. Creo que el fervor popular en este pueblo quintanarroense que fue fronterizo con los mayas rebeldes, debe ser estudiado con más ahínco y detenimiento por la historia regional. Hay algunas tesis de antropología muriendo su esterilidad vacuna en estantes de la ENAH y que omitiré citar aquí porque este artículo no tiene más que el único objetivo de rendir homenaje a la ingente labor de los intelectuales mayas de Quintana Roo, como Gaspar Maglah Canul, que el año próximo cumplirá 70 años de fecunda labor de poeta y cronista de su pueblo, así como de lexicógrafo reciente del Maya T’aan, iniciada esta labor en la escuela donde se acercó, hace bastantes ayeres, a la importancia suprema de la poesía.
Luis Méndez
Grupo Cantón