De la Redacción
Grupo Cantón
Organizar la ropa por colores o lavarse las manos varias veces al día pueden ser manías comunes que no afectan la vida cotidiana ni la salud mental, pero si esas manías se vuelven incontrolables puede ser un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Esta enfermedad real afecta a miles de personas y los famosos no están inmunes.
David Beckham
El ex futbolista inglés reconoció en una entrevista en la televisión británica que lo padece. “Todo debe estar ordenado en línea recta y siempre en pares. Cuando meto los refrescos en la heladera si son impares quito uno y lo meto en un armario distinto. Si voy a un hotel, antes de relajarme, tengo que poner todos los folletos y libros que encuentro en la habitación dentro de un cajón. Todo debe estar impecable”., aseguró el futbolista.
Además contó que en su casa todo está ordenado en forma simétrica y tiene tres heladeras: una para alimentos, otra exclusiva para verduras y una última solo para las bebidas.
Cuando llegó al Real Madrid hizo lo imposible por ocultar su trastorno ya que la broma favorita de sus ex compañeros del Manchester United consistía en entrar a su cuarto y desacomodarle todo.
Charlize Theron
La actriz sudafricana admitió que recibe medicación para evitar la ansiedad que siente ante las imágenes de armarios desordenados o con sus puertas abiertas. El problema comenzó cuando presenció el asesinato de su padre por parte de su mamá después de que él la agredió.
Leonardo DiCaprio
El protagonista de Titanic es otro de los famosos que admitió haber luchado con este trastorno cuando se dio cuenta de que además de contar los chicles pegados de las veredas lo hacía por las puertas por las que pasaba. Con algunas de ellas siente una fuerte necesidad de abrirlas y cerrarlas lo que provoca que en muchas ocasiones llegue tarde a los rodajes. Sus tendencias obsesivo-compulsivas empeoraron cuando interpretó a “Howard Hughes” en la película “El aviador”, quien se caracterizaba por padecer TOC.
Cameron Diaz
La actriz padece una obsesión con la limpieza. Suele frotar con tanta fuerza la manija de las puertas que incluso llegó a despintarlas. Su trastorno la obliga a usar los codos para empujar las que están entreabiertas sin tocar el picaporte. No es la única que ve alterada su rutina por el miedo a los gérmenes. Megan Fox lleva sus propios cubiertos a los restaurantes y jamás usa un baño público. Jessica Alba no puede dormir en otra cama que no sea la propia, para aliviar su estadía en los hoteles lleva sus propias sábanas. Jennifer Aniston jamás comparte el baño con otra persona por lo que en su casa tiene uno para su uso exclusivo al que ninguna visita puede entrar. La modelo Naomí Cambel antes de comenzar un vuelo se coloca unos guantes de plástico y limpia con desinfectante la butaca que tiene asignada y todo lo que pueda llegar a tocar desde la pantalla del televisor hasta las almohadas de viaje. Luego cubre su asiento con una funda que le lavan a mano en cada hotel donde se hospeda y realiza todo el trayecto con una mascarilla para protegerse de posibles gérmenes.