El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que dará un paso atrás en el veto impuesto a Huawei, ya que permitirá que las compañías estadounidenses puedan volver a vender material a la empresa china, pero solo aquellos que no supongan un problema para la seguridad nacional de su país.
En conferencia de prensa tras reunirse con su homólogo chino Xi Jinping, en Osaka (Japón) durante la cumbre del G20, el mandatario de EU dio a conocer que se acordó reanudar negociaciones comerciales y Washington se convino en no imponer más aranceles a las exportaciones chinas, lo que apuntó a una tregua en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
China se mostró complacida con la medida anunciada por Trump: “Si Estados Unidos hace lo que dice, entonces, por supuesto, le damos la bienvenida”, dijo Wang Xiaolong, enviado del Ministerio de Relaciones Exteriores chino para asuntos del G20.
Sobre el caso Huawei, precisó que las firmas estadounidenses podrán vender componentes a la empresa china porque no suponía un problema de seguridad nacional: “Hemos mencionado Huawei. Dije que ese tema tendremos que guardarlo hasta el final”, en referencia a las negociaciones comerciales que ambas potencias han acordado ahora retomar tras interrumpirlas en mayo.
Pero “una de las cosas que permitiré, no obstante, es que vendamos y enviemos a Huawei una gran cantidad de productos que emplean en muchas de las cosas que ellos fabrican. Y he dicho que perfecto, que seguiremos vendiéndoles esos productos (…) estamos hablando de equipamiento que no suponga un gran problema para la seguridad nacional”.
De acuerdo con lo dicho por Trump, el Departamento de Comercio de Estados Unidos se reunirá en los próximos días para revisar si retira a Huawei de su “lista negra” -empresas a las que se les prohibió comprar componentes y tecnología a compañías de Estados Unidos sin la aprobación del gobierno-.
Huawei, al mayor fabricante de equipos de redes de telecomunicaciones del mundo, ha sido sometida a un escrutinio durante más de un año por las acusaciones de Estados Unidos de que sus routers, switchs y otros equipos podrían permitir a China espiar las comunicaciones en Estados Unidos.
“El retorno a las negociaciones es una buena noticia para la comunidad empresarial y ofrece la certidumbre que tanto necesita una relación que se deteriora lentamente”, dijo Jacob Parker, vicepresidente de operaciones de China en el Consejo Empresarial Estados Unidos-China.