CANCÚN,Quintana Roo.-El gasto para festejar a los papás representan solo la mitad de lo erogado el 10 de mayo y poco menos de la mitad del día de San Valentín y del niño. Para algunos padres su mayor felicidad es poder disfrutar de sus familias, mientras que otros recuerdan con tristeza la partida de seres queridos y lo más tistes es para quienes se dicen olvidados por sus hijos.
El Día del Padre es una celebración dedicada a los padres de familia, se honra con ello la paternidad y la influencia del hombre en la vida de sus hijos, en general, la tradición católica europea lo conmemora y en México se celebra el tercer domingo de junio. Durante la celebración del Día del Padre se acostumbra darle regalos y realizar actividades juntos, tales como comer en familia.
Para los comercios la celebración del día del padre no les genera mayor ganancia, en comparación con otras festividades, solo incrementan sus ventas en un 35 por ciento en promedio porque la venta de los artículos se limita en comparación con el día de las madres. Los artículos que más venden van desde carteras, relojes, celulares, camisas, corbatas, playeras, pantalones y en algunos casos, pantallas o artículos de oficinas.
Padres olvidados
Sin embargo, no para todos resulta ser motivo de celebración, hay para quienes este día resulta ser como un día cualquiera, como lo refiere don Antonio Rodríguez, de 58 años de edad, quien labora de seguridad en una tienda departamental. A sus 19 años tuvo la dicha de ser padre por primera ocasión, durante su matrimonio tuvo cinco hijos quienes hoy son hombres hechos y derechos como él refiere, pero su triste realidad es pasar el día del padre sin siquiera una llamada, un abrazo o un simple saludo de sus hijos.
Desde hace más de 8 años no ha podido reunirse con ellos, pasan meses para que pueda escuchar las voz de algunos de sus hijos cuando le llaman, pero normalmente el día del padre se la pasa laborando para no sentir nostalgia al no poder recibir una felicitación de sus seres queridos, situación que no le desea –dijo- ni a su peor enemigo, e invita a los hijos a no olvidarse de sus padres y mantenerlos presente aun cuando hayan partido de este mundo.
Los que sí celebran
Pero en los contrastes de la vida, para el señor Alejandro Canche la mayor felicidad este día del padre es poder ver reunidos como cada año a sus cuatro hijos y una hija, nueras y nietos. Con alegría refiere que disfruta recibir desde muy temprano un abrazo de sus hijos, o en algunos casos una llamada cuando algunos no puede estar con él.
En su vida ha procurado mantener unida a su familia con el objetivo de que esta tradición trascienda generaciones. “Lo más hermoso es mantenerse unidos en las buenas y en las malas, la familia siempre está ahí para apoyarse unos a otros y eso quiero que también mis nietos sepan que mientras tengamos vida podrán contar con nosotros”, afirmó.
También hay quienes desearían por lo menos darle un abrazo a sus padres en este día. Para Edwin Sáenz Ruiz, padre de dos pequeños, quien perdió a su padre hace cuatro años, resulta muy difícil pasar este día del padre sin él.
“Hoy las reuniones ya no son las mismas, no podemos estar sin recordar al “viejo” como lo llamábamos con cariño, cuando mis hijos me dan un abrazo no puedo evitar la emoción que también tenía para abrazar a mi papá en este día”, señaló. (Saraí Reyes/Quintana Roo Hoy)