ARGENTINA.
A todos nos ha pasado que buscamos algún objeto por toda nuestra recámara y no logramos encontrarlo. Segundos después, por arte de magia, aparece donde ya habíamos revisado.
Algunos dicen que son duendes los que hacen este tipo de travesuras, pero en ocasiones es algo más sencillo y no tan mágico… como nuestro perrito.
Así le ocurrió a Anna Carolina Lima, de 28 años de edad, cuando ella y su mascota fueron a visitar a su mamá y abuela durante las vacaciones.
Según narra el diario argentino La Nación, la abuelita decidió tomar una siesta después de comer. Al despertar no vio su dentadura postiza donde la había puesto. Después de ‘voltear’ la casa notaron algo raro en la mascota.
Al fijarse bien se dieron cuenta que ¡se la había puesto!
“Estaba segura de que ella la había robado. Cuando llegué al cuarto de mi madre encontré a Luna sentada en el sillón con los dientes postizos en la boca. ¡No los quería devolver!”, contó Anna.
Rápidamente compartió las imágenes en su cuenta de Facebook y se viralizaron.
“Lo bueno es que a todos les gustan las mascotas, así que todos lo tomaron bien”, expresó.