En México, cinco por ciento de la población general presenta síntomas relacionados con la enfermedad hemorroidal, aunque es rara antes de los 20 años de edad, es probable que en el futuro sea más frecuente en personas jóvenes debido al uso de dispositivos móviles por más de 10 minutos en los sanitarios.
“La gente que tiene la costumbre de la lectura sanitaria va más allá de los 10 minutos, que es lo que está sustentado que en promedio comienza a ser perjudicial para las hemorroides. La costumbre de lectura en el baño tiene mucho tiempo, antes era de revistas, periódicos libros, etcétera”, señaló Miguel Ángel Rosado Martínez, especialista en coloproctología, del Hospital Sedna.
Ahora con los dispositivos electrónicos a cualquier edad los utilizan, los menores siguen el ejemplo de los mayores en casa, agregó, a la vez que comentó que, aún cuando no hay evidencia científica de que aumenten la incidencia, la realidad es que sí se están viendo pacientes con enfermedad hemorroidal a menor edad.
En entrevista con Notimex, explicó que las hemorroides tienen un tejido donde se fijan a los músculos del ano, el cual se desprende poco a poco cuando se está sometido a mucha presión por tiempo prolongado.
Mencionó que el baño está hecho para facilitar la evacuación. Al no tener un soporte como en una silla o alguna superficie dura, si se pasa mucho tiempo, ese tejido (piso pélvico) se desprende con el tiempo, como sucede con las venas de las piernas que se conocen como varices.
“En las hemorroides pasa lo mismo, el someterlas a mucha presión (estar mucho tiempo sentado en el baño) estas venas van haciéndose grandes y aumentando la posibilidad de complicarse con sangrado o la formación de coágulos”, subrayó.
Rosado Martínez resaltó que el uso de la dona o sillas especiales, después de una cirugía proctológica o “para descansar” equivale a permanecer mucho tiempo sentado en el baño, por lo que la recomendación es no utilizarlas para evitar complicaciones graves.