Uno de los orígenes de la corbata se atribuye a los oradores romanos, quienes utilizaban pañuelos de colores en el cuello para calentar y así cuidar sus cuerdas vocales, sin embargo en la actualidad la corbata dista mucho de ser un beneficio.
De acuerdo con un estudio realizado por la University Hospital Schleswig-Holstein y publicado en Springer Link, las corbatas podrían estar disminuyendo el rendimiento laboral, debido a que éstas comprimen las venas yugulares y carótidas que son las responsables del flujo sanguíneo al cerebro.
Según el análisis realizado a 30 hombres jóvenes alemanes mediante escaneo cerebral, de los cuales 15 usaban corbata y 15 no, se encontró que las personas que utilizan este atuendo tienen una caída de 7.5% en el funcionamiento cerebral, lo cual es suficiente para afectar la actividad cognitiva, como la concentración y memoria.
“Descubrimientos previos apuntaron que el uso de corbata aumenta la presión en los ojos de las personas que las utilizan”. University Hospital Schleswig-Holstein.
De ahí que los expertos recomienden usar prendas de vestir que permitan un flujo suave y constante de sangre al cerebro para que las neuronas trabajen adecuadamente y sea posible responder favorablemente a cualquier situación.
“En muchas profesiones, es obligatorio un código de vestimenta especial que incluya una corbata y una camisa con cuello, aunque se sabe poco sobre el efecto de este <estrangulamiento socialmente deseable>”.University Hospital Schleswig-Holstein.
Este tipo de descubrimientos podrían explicar los motivos por los que Steve Jobs, cofundador de Apple, no usaba corbata, el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, rara vez lo hace; y Barack Obama se la quita a la mínima ocasión.
Según Vanessa Friedman, reconocida periodista de moda, el uso de la corbata ha ido desapareciendo poco a poco debido a que las generaciones prefieren sentirse mucho más cómodas.