Los llamados ‘Ojos de Dios’, podemos encontrarlos al norte de Bulgaria, concretamente en una cueva kárstica a 2 kilómetros de distancia de Karlukovo Village en el municipio de Lukovit, provincia de Lovech y a 120 kilómetros de Sofía. Hablamos de la cueva Prohodna.
Allí, en el municipio de Lukovit,y con la presencia de un fantástico desfiladero llamado Iskar, encontramos dos entradas que perforan una montaña de roca caliza: son los Ojos de Dios.
La cueva, que tiene 262 metros de longitud, tiene dos entradas, una grande y una pequeña, situadas cada una en un extremo. El camino que arranca desde la de menor tamaño (de 35 metros de alto) cruza la cueva y termina en el arco de la cueva más grande de Bulgaria (mide 45 metros de alto), justo la entrada de mayor tamaño (las entradas se conocen popularmente como Entrada Grande y Entrada Pequeña). Al cruzarla, uno siente que está adentrándose en una especie de arco triunfal imponente. Pero, lo que sin duda más llama la atención de esta famosa cueva son sus dos agujeros en el techo que se asemejan a unos ojos y que aportan -junto a las entradas- una gran iluminación natural a la zona.
Estas oquedades naturales en el techo convierten a esta cueva en única. Están situadas la una al lado de la otra y tienen una forma similar a una almendra, de ahí que muchos hayan encontrado una semejanza sorprendente con unos ojos gigantes que parecen mirar a los visitantes. Incluso vistos desde un ángulo específico, parece que podemos ver una cara que mira hacia abajo.
Lo curioso, por si esto fuera poco, es que cuando la zona está mojada -por la lluvia, por ejemplo-, esos ‘ojos’ se asemejan a un rostro llorando, pues se producen pequeñas cascadas que caen a través de esos ‘ojos de Dios’. Otra de las instantáneas u observaciones perfectas que podemos contemplar en esta cueva es en el momento en el que la Luna pasa a través de estos agujeros. Muchos visitantes dicen que se trata de una escena ‘mágica’, inolvidable, que da lugar a fotografías extraordinariamente hermosas de un cielo nocturno muy especial.
Afortunadamente, el fácil acceso de la cueva permite toda suerte de excursiones de turistas, espeleólogos o deportistas para practicar puenting (en la fachada más colosal de la cueva). En cuanto a la espeleología, la cueva cuenta con prácticamente dos centenares de cavernas(un paraíso para los aficionados y profesionales).
La cueva, que se creó durante el periodo Cuaternario (Era Cenozoica), forma parte del Parque Geológico de Iskar-Panega, una de las regiones kársticas más extensas del país. Existen huellas de que los humanos prehistóricos habitaron esta cueva de Prohodna durante el Neolítico y el Calcolítico.
Como curiosidad, este lugar apareció en la película búlgara ‘Time of Violence’ (Tiempo de violencia) de 1988 -de casi 5 horas de duración y dirigida por Ludmil Staikov-, justo en la escena en la que un sacerdote llamado Aligorko (interpretado por el actor Rusi Chanev) reza debajo de los ‘divinos ojos’. Puro simbolismo.
Desde aquí se puede ver la entrada a la cueva.