CIUDAD DE MÉXICO
Nunca te lo había contado pero, antes de encontrar a mi “esposible”, tardé mucho tiempo sin pareja. Claro que tenía citas, pero no había conexión. De pronto a mí me gustaba platicar de algún libro, de la situación en el mundo, de música y parecía que a los chicos no les “interesaba”. Llegué a creer que yo era el problema por “aburrida” o “exigente”.
Es por eso que cuando leí este estudio finalmente comprendí que no necesariamente era yo la del problema, a muchas mujeres cultas les pasa. Dicen los científicos que la soltería está seriamente vinculada con la inteligencia. Deja que te cuente.
Creo que influyen muchos factores, pero primero te explico lo que dice este estudio hecho por varias universidades inglesas. Resulta que, según explican los científicos, las mujeres tienen un 40% menos probabilidades de casarse y tener pareja si son exitosas, cultas o tienen estudios universitarios o de posgrado.
Tras monitorear por 40 años a un grupo de 900 mujeres y hombres, a partir de los 11 años, observaron que, mientras mejor le va a la mujer (en el ámbito laboral, académico, o simplemente es evidente que es culta e informada), más difícil le resulta contraer matrimonio.
Los científicos aseguran que esto no significa que no quieran casarse nunca, sino que deciden esperar a que aparezca en sus vidas al hombre que esté a su nivel.
Por otro lado, se observó que los hombres que logran solidez económica tienen 35% más posibilidades de llegar al altar más fácil (un poco obvio, ¿no?).
Paul Brown, psicólogo y profesor de la universidad de Nottingham explica que los varones prefieren a las mujeres que se asemejen a sus madres y que les den apoyo en casa cuando salgan a trabajar, mientras que las mujeres con estudios, o cierto nivel de cultura, prefieren exactamente lo contrario, ellas desean seguir aprendiendo. En cuanto a la elección de pareja, esperan a hombres “interesantes” antes de casarse.
Creo que tiene lógica el resultado de este estudio. Si bien las mujeres seguimos haciendo trabajo en casa, creo que la mayoría tenemos muy claro que esas labores deben ser compartidas y ya no estamos dispuestas a quedarnos simplemente a esperar a que nuestras parejas proveedoras lleguen.
Hoy las mujeres también aportamos económicamente y eso nos empodera. Pero no solo eso, decidimos que queremos seguir aprendiendo y creciendo profesionalmente, pero también intelectualmente.
Sí, es cierto, a la mujer que tiene esa “espinita” por ser mejor le cuesta más trabajo encontrar una relación estable. ¿Por qué? Desgraciadamente creo que una mujer inteligente impone a muchos hombres, todavía.
Vivimos tiempos difíciles. Estamos justo en la brecha entre los hombres que están cambiando el chip y entienden que la “mujer abnegada” desapareció y los que prefieren que sigamos siendo solo las madres de sus hijos.
Sin embargo, lo que me alienta es que el cambio más profundo está en nosotras. Ya no estamos (tan) dispuestas a quedarnos con quien no esté conectado con nuestras necesidades, con quien pretenda que no nos desarrollemos. Nosotras también nos hemos vuelto más selectivas y eso está muy bien.
Creo que pasarán varios años antes de que el shock de este “cambio de roles” finalmente de paso a una nueva normalidad más equitativa, pero lo lograremos, estoy segura. Dime ¿qué piensas?