Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
Cancún.- La historia de Jair Vázquez Aguilar sigue inspirando corazones. El joven cancunense, quien fue coronado como Rey de la Discapacidad en el Carnaval Cancún 2025, acaba de sumar un logro más a su brillante camino: se graduó como Sommelier Honorífico por la Academia Nacional de Sommeliers y Gastrónomos (ANSOG), consolidando así su pasión por el mundo del vino con constancia, disciplina y alegría.
En una emotiva ceremonia llena de simbolismo, Jair recibió de manos del director Gabriel Sotelo, así como de las docentes Jackie y Nancy Terrones, los símbolos de su formación: una constancia profesional, un mandil con insignias internacionales, el tastevin, pieza distintiva de los sommeliers, y el título bordado que lo acredita como parte de esta comunidad especializada.
“Tenemos un Sommelier honorario que para nosotros es una persona muy especial. Acudió a todas las sesiones con gran corazón, empeño y dedicación. Para nosotros es un gran orgullo que pertenezcas al cuerpo de sommeliers de esta academia. Felicidades, Jair Vázquez Aguilar”, expresó el director Gabriel Sotelo, visiblemente emocionado.
El joven, quien vive con síndrome de Down, posó feliz ante las cámaras, con su característico entusiasmo y elegancia. Jair no solo celebró el momento, sino que también compartió sus próximos sueños:
“Además de trabajar, quiero seguir estudiando; me gustaría tomar el curso de mixólogo de café”, dijo con una sonrisa que iluminó la sala.
Helena Aguilar, su madre y compañera de camino, fue quien tocó la puerta de la academia confiando en el potencial de su hijo.
“A Jair le encantan los vinos y vestirse así, así que toqué la puerta y me la abrieron. Yo soy solo el puente para que él logre cosas, pero él se lo gana. Gracias a la escuela por el apoyo y ¡que viva la inclusión! No solo para Jair, sino para todos los chicos que tienen la capacidad de hacer grandes cosas”, dijo conmovida, conteniendo las lágrimas.
Este logro no es solo una victoria personal para Jair, sino también un recordatorio poderoso para la sociedad sobre la importancia de la empatía, la inclusión real y la apertura de espacios para talentos diversos. Cada paso de Jair es una lección de vida, una celebración de la perseverancia y un llamado a creer que los sueños sí se alcanzan.