Redacción / Grupo Cantón
Cine.- Casi tres décadas después de dar vida a uno de los agentes más emblemáticos del cine de acción, Tom Cruise presentó en el Festival de Cannes Misión: Imposible. La Sentencia Final, en lo que podría ser el adiós definitivo de Ethan Hunt… o al menos eso dice la trama.
Cruise, fiel a su estilo, no compitió en la selección oficial, pero se robó el foco con una presentación especial, un recorrido por su carrera y una reflexión profunda sobre lo que significa construir un personaje durante más de 30 años.
“Aprendí a hacer cine escribiendo para el personaje, no al revés”, explicó el actor, remitiéndose al cine mudo como inspiración constante. “Así es como el cine se mantiene vivo”.
Más allá de la acción a raudales —submarinos, jets, paracaídas y persecuciones al límite— La Sentencia Final también es una mirada al paso del tiempo, las decisiones que construyen una vida y la evolución de un artista que nunca ha dejado de aprender. Desde ajustar luces en el set, hasta volar helicópteros o producir cada detalle de sus películas, Cruise se define por su obsesión por el cine en su forma más artesanal.
Y aunque esta misión parezca la última, el propio Cruise ya tiene su próxima aventura: una comedia dirigida por Alejandro González Iñárritu, en una dupla tan inesperada como prometedora.
“El miedo es una emoción más, no me detiene. Me gusta lo desconocido. Y si algo me da miedo, es ahí donde quiero ir”, declaró con la seguridad de quien lleva toda la vida desafiando los límites, en pantalla y fuera de ella.