Jocelyn Díaz / Grupo Cantón
Like.- Hablar del mítico Festival de Avándaro es hablar de un caos, de una fiesta que se salió de control, pero que dejó una huella indeleble en la historia cultural de México. A más de medio siglo de distancia, el director José Manuel Cravioto revive este momento con la película Autos, Mota y Rocanrol, que llegará a las salas de cine el próximo 11 de septiembre, justo en el 54 aniversario del evento, bajo el sello de Cinépolis Distribución.
La cinta, protagonizada por Alejandro Speitzer y Emiliano Zurita, muestra con humor y mirada crítica cómo un encuentro que inició como una carrera de autos terminó convirtiéndose en el concierto de rock más grande en la historia del país.
“Es algo muy bonito poder contar una historia tan legendaria para la historia de México. Autos, Mota y Rocanrol habla del mítico Festival de Avándaro, o como también le llamaban el Woodstock mexicano. Es una película muy arriesgada, muy creativa y para nosotros es especial estrenarla justo en el aniversario 54 de ese festival. La filmamos hace unos años y verla hoy concretada nos llena de felicidad”, compartió Emiliano Zurita, quien interpreta a Justino.
Por su parte, Alex Speitzer, quien da vida a El Negro, destacó la importancia de la investigación para comprender lo que sucedió en 1971:
“La lectura siempre es un camino para crear contexto. Yo conocía el Festival de Avándaro pero no tenía claro lo que había pasado. Descubrirlo a través de nuestro trabajo fue fascinante”.
Zurita añadió que dar vida a Justino fue un reto enriquecedor:
“Para mí Justino fue pieza clave, una persona muy entregada. Mi papá me decía que el festival fue algo mítico, pero por razones políticas tenía una connotación negativa. Hoy me emociona mostrar lo que realmente fue: una celebración de libertad que ahora podemos compartir con nuestras familias”.
La producción, que formó parte de la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Guadalajara 2025, otorgó a Zurita el premio a Mejor Interpretación. Speitzer subrayó que la historia también refleja los aprendizajes de los personajes:
“Esta película cuenta la historia real de cómo algo planeado para 2 o 3 mil personas terminó en una locura de más de 150 mil. Ese error lo convirtió en un evento histórico”.
Además del retrato de la efervescencia juvenil, la cinta rinde homenaje a las bandas que marcaron una generación: Los Dug Dug’s, Peace and Love, El Ritual, Tequila y Three Souls in My Mind, entre otras, forman parte de una banda sonora que revive la fuerza del rock setentero.
El filme fue rodado en 16mm y Súper 8mm, fusionando imágenes actuales con material de archivo de la Filmoteca de la UNAM, lo que da como resultado una propuesta estética que combina memoria y ficción. Para darle autenticidad, el propio Justino Compeán, uno de los organizadores del festival, colaboró en la recreación de la historia.
Speitzer resumió su experiencia con entusiasmo:
“Me deja el regalo de haber trabajado con Cravioto, con Emiliano y con todo el equipo. Esta película existe gracias al ingenio de todos los involucrados y me siento muy afortunado”.
Finalmente, Zurita destacó el trabajo de caracterización:
“El maquillaje, el vestuario, el arte… todo estaba tan bien logrado que como actor ya estabas en esa época. Sé que cuando la gente vea la película se llevará una sorpresa muy grata con la calidad de época que logramos”.
Autos, Mota y Rocanrol es una celebración a la música, a la libertad y a una generación que desafió las normas. Una película que promete llevar al público de regreso a 1971 para revivir el espíritu del festival que marcó un antes y un después en la historia cultural de México.