Finlandia.- La Antártida, conocida por sus vastos paisajes helados y su fauna única, enfrenta desafíos significativos debido al cambio climático. Sin embargo, un reciente estudio ha descubierto que los pingüinos Adelia, además de ser emblemáticos habitantes del continente, podrían desempeñar un papel crucial en la regulación del clima local.
Investigadores de la Universidad de Helsinki han encontrado que el guano de estas aves marinas libera amoníaco, un compuesto que, al combinarse con gases sulfurosos del océano, facilita la formación de aerosoles atmosféricos.
Estos aerosoles actúan como núcleos de condensación, promoviendo la creación de nubes que reflejan la radiación solar y contribuyen al enfriamiento de la superficie terrestre.
Durante el verano austral de 2023, se realizaron mediciones cerca de la base Marambio, donde una colonia de aproximadamente 60,000 pingüinos Adelia mostró emisiones de amoníaco hasta 1,000 veces superiores a los niveles de fondo atmosférico. Sorprendentemente, incluso después de que los pingüinos migraron, el suelo enriquecido con guano continuó emitiendo amoníaco durante semanas.
Además del amoníaco, se detectó la presencia de dimetilamina (DMA), que, aunque en menores concentraciones, potencia significativamente la formación de aerosoles. Este proceso natural de creación de nubes podría desempeñar un papel esencial en la mitigación del calentamiento en la región, especialmente considerando la escasez de otras fuentes de partículas en la atmósfera antártica.
Este hallazgo resalta la importancia de las interacciones entre la fauna y los procesos atmosféricos en ecosistemas sensibles como la Antártida. La protección de especies clave, como los pingüinos Adelia, no solo es vital para la biodiversidad, sino también para mantener los mecanismos naturales que ayudan a estabilizar el clima global.