CANCÚN. La paulatina reapertura de hoteles el próximo lunes 8 de junio implicará también la reapertura parcial de las playas, cerradas desde hace dos meses.
La asociación civil Altamere propone que el proceso de normalización sea ordenado, evite aglomeraciones de personas y que las playas no se abran en su totalidad, manteniendo la sana distancia entre los bañistas.
La propuesta para la reapertura de las playas consiste en partir del hecho de que no habrá una normalidad a la que estábamos acostumbrados; el proceso deberá ser escalonado, priorizando el turismo nacional, además de que se debe generar un ambiente de confianza entre visitantes, habitantes de los municipios costeros y los prestadores de servicios turísticos.
Sugieren la instalación de letreros que informen los lineamientos para el uso de cada zona de playa en los principales accesos; limitar el uso de cubrebocas, caretas o guantes en las zonas de arena y mar; no aplicar ningún tipo de químico para sanitizar la superficie de arena; respetar los horarios y zonas establecidos para casa usuario y procurar la sana distancia entre los bañistas; además plantean el establecimiento de una guía operativa con bases científicas que pueda adaptarse a cada municipio.
El gobierno de Quintana Roo anunció por su parte que habrá vigilancia permanente en los arenales para verificar que se mantengan las medidas sanitarias.
Carlos Joaquín González, gobernador del estado, explicó que junto con los hoteles que han anunciado su reapertura el próximo 8 de junio se reabrirá el acceso a las playas, pero de manera limitada, al 30% de la capacidad del centro de hospedaje, lo mismo que su frente de playa.
Se desplegará un grupo de jóvenes voluntarios que portarán chaleco amarillo para asistir en todo momento a los bañistas sobre las medidas que deben seguir para poder acceder a la playa como el uso de cubrebocas obligatorio, además de que se limitará a número determinado de personas el acceso a los arenales.
Por Jesús Vázquez/GRUPO CANTÓN
