Javier Cervantes / Grupo Cantón Durante la Operación Tormenta del Desierto, en 1991, se registraron más de 100 pedidos nocturnos al Pentágono en un solo día Washington, D.C.— Lo que comenzó como una anécdota curiosa durante la Guerra Fría hoy es una herramienta de observación no oficial que vuelve a captar la atención: el llamado “Pizzómetro” un término informal que se refiere al incremento inusual de pedidos de pizza cerca del Pentágono, la CIA o la Casa Blanca ha sido interpretado como señal temprana de posibles eventos de alto nivel o crisis internacionales. La lógica detrás de este fenómeno es simple pero llamativa: cuando los analistas, funcionarios o personal militar se quedan trabajando horas extras por decisiones urgentes, las pizzerías de las cercanías registran un repunte súbito en pedidos nocturnos. En varias ocasiones históricas, este patrón ha coincidido con operativos militares o decisiones trascendentales. Uno de los ejemplos más citados ocurrió el 1 de agosto de 1990, cuando una cadena local de pizzas recibió una cantidad inusual de pedidos desde la CIA, poco antes de que Irak invadiera Kuwait. Durante la Operación Tormenta del Desierto, en 1991, se registraron más de 100 pedidos nocturnos al Pentágono en un solo día. Más recientemente, en junio del 2025, días antes de la ofensiva aérea israelí contra Irán, una cuenta anónima en redes sociales llamada Pentagon Pizza Report detectó un inusual pico de actividad en restaurantes alrededor del Pentágono, utilizando datos abiertos de tráfico y reseñas. Aunque las coincidencias no siempre significan causalidad, el "pizzómetro" ha ganado seguidores como un termómetro no convencional de alerta global. Expertos en inteligencia señalan que, aunque anecdótico, este tipo de observación forma parte de lo que se conoce como inteligencia de fuente abierta (OSINT, por sus siglas en inglés), y se suma a otras señales públicas que pueden ofrecer pistas sobre movimientos detrás de los muros del poder. Sin embargo, también advierten sobre el riesgo de caer en el sensacionalismo o el sesgo de confirmación, ya que no todo pedido de pizza implica una decisión geopolítica. Aun así, el fenómeno refleja cómo incluso los patrones más cotidianos como la comida a domicilio pueden leerse como indicadores del pulso global.