Ciudad de México.- Su posición en el cuadro es primera base, pero ahora el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador jugará como pícher.
Bueno, aunque sea un solo lanzamiento. Pero no cualquiera. Será la primera bola (como la llaman en el beisbol) en la inauguración del nuevo estadio de los Diablos Rojos del México en la capital, a principios del próximo año, ya como presidente constitucional.
Hoy se supo de ello. Y fue en voz de quien es el propietario de ese equipo, Alfredo Harp Helú. Comió con el Presidente electo. Y lo invitó a tener ese honor.
Diablos Rojos, el equipo de beisbol más antiguo. Data de 1940, hace 78 años. Sí, 15 años más añejo que los Tigres de México, sus acérrimos rivales, ahora avecindados en Quintana Roo. Los Diablos jugaron en el estadio Parque Delta, que luego se llamaría Parque del Seguro Social.
Y más de López Obrador y beisbol, el deporte cuya práctica le apasiona y le macanea fuerte. También inaugurará el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, en Monterrey. Igual, a principios de 2019.
“Ambas instalaciones serán inauguradas en los primeros meses del 2019 por el Sr. Presidente”, escribió Alfredo Harp en su cuenta de Twitter, después de la comida que tuvo con el mandatario electo.
Había escrito antes: “En reunión el día de hoy con el Presidente Electo de México, Licenciado @lopezobrador_, se presentó entre otros proyectos el estadio de beisbol ‘Alfredo Harp Helú’, que será la casa del equipo Diablos Rojos del México”.
Ese estadio, cuyo avance de obra supera el 90%, está ubicado dentro de la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez, en Ciudad Deportiva, por los rumbos del aeropuerto Benito Juárez. Butacas para más de 14 mil personas y 700 lugares de estacionamiento.
López Obrador dio el sí al lanzamiento de la primera bola. En referencia a la reunión con Harp Helú, posteó: “Le gusta el beisbol y está construyendo un estadio en la Ciudad de México. Me invitó a la inauguración; acepté”, dijo López Obrador en un tuit, respecto de la comida con el empresario.