JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPO CANTÓN
CIUDAD DE MÉXICO.– Una de las promesas de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue la desaparición del Estado Mayor Presidencial (EMP), que pasó a formar parte de la Secretaría de la Defensa.
El EMP fue creado por decreto presidencial publicado en el Diario Oficial el 15 de marzo de 1926 y con la llegada de la 4T, se terminó con una de las figuras de ostentación del poder presidencial.
El 3 de abril del 2019, la Comisión de Defensa Nacional del Senado de la República, aprobó el dictamen elaborado de manera conjunta con la Comisión de Estudios Legislativos, Segunda, que reforma diversos artículos de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para derogar el Estado Mayor Presidencial.
Con ese paso, cerca de 9 mil personas y sus familias, fueron reubicados a la SEDENA y Semar. De ellos, son 2 mil 21 elementos del Ejército y la Marina; había 12 Generales y Almirantes, más 187 jefes con grado de Capitán, 550 oficiales y 836 soldados y marinos de tropa.
También, el Cuerpo de Guardias Presidenciales estaba conformado por 4 mil efectivos, y contaba además con el 24 Batallón de Infantería de Marina de Guardias Presidenciales.
A estos, se suman 52 policías federales y 382 civiles.
Asimismo, el 16 por ciento de ese personal eran mujeres y el 80 por ciento pertenecen al Ejército, la Fuerza Aérea Mexicana y a la Marina-Armada de México. Además de diversas instalaciones, ese cuerpo de seguridad contaba para su operatividad con una flota aérea de nueve aviones y ocho helicópteros.
El 2 de mayo, en votación nominal, con 108 votos, cero en contra y 12 abstenciones, el Pleno del Senado de la República avaló en lo general y lo particular derogar diversos artículos de la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, para desaparecer al Estado Mayor Presidencial.
Hoy, la seguridad del presidente López Obrador, ha recaído en dos figuras:
El Pueblo que lo acompaña en sus giras de trabajo y la Ayudantía, conformada por 15 personas que tiene, el objetivo de proporcionar el apoyo personal e inmediato para el desarrollo de las actividades públicas y privadas del Presidente.
Participar, en coordinación con las unidades de apoyo técnico competentes, en el arreglo de escenarios para el desarrollo de eventos públicos en los que participe el Presidente, donde quiera que se lleven a cabo.
Determinar las acciones necesarias para resguardar la integridad del Presidente.
Coordinar con los distintos cuerpos de seguridad y personal operativo las estrategias de prevención y seguridad para el desarrollo óptimo de la agenda del Presidente.
Pero ésta no es la única vez que el presidente delega en un grupo civil su seguridad.
Cuando era jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal se creó un grupo de mujeres denominado “Las Gacelas” y que era coordinado por Polimnia Romana.