Desde su llegada al aeropuerto de la entidad, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió peticiones de integrantes de los distintos sectores de la sociedad, entre los que destacan indígenas tepehuanos, huicholes, coras, mexicaneros y nahuas.
A su arribo, los indígenas regalaron y colgaron a López Obrador un morral “tepehuano” con la solicitud de integrar el municipio 40, distrito indígena, así como construir carreteras para sus comunidades y ser considerados en las políticas públicas del nuevo gobierno federal.
Acompañado por integrantes de las comunidades indígenas de Santa María de Ocotlán, Santiago Teneracas, San Pedro de Xicora, San Francisco de Ocotán, San Antonio de Padua, San Lucas de Jalpa, San Buenaventura, San Francisco de Lajas, el coordinador de la organización ODAM, Gabino cumplido Muñoz, solicitó apoyo al presidente electo.
También planteó la necesidad de un coordinador nacional que tenga comunicación directa con el gobierno federal y el estado de Durango, además de que se elija a un indígena para que organice a los pueblos y comunidades con la finalidad de que sean incluidos en las políticas públicas.
A su vez, Velia Patricia Barragán, integrante de la organización Grupo González de la Vega, conformada por académicos, se acercó al presidente electo para comentarle la formación de una organización que integra un conjunto de principios morales para abatir la corrupción en México.
Mientras López Obrador y el gobernador José Rosas Aispuro dialogaban en el Palacio de Gobierno, afuera, frente a la puerta de acceso, sobre la calle 5 de Febrero, se manifestó Carmen Beatriz Depraect Báez, madre de familia quien pidió ayuda para sus dos nietos, que tienen problemas pulmonares y eran atendidos en el Instituto Nacional de Nutrición en la Ciudad de México.
Salvador Fernández, vecino de Pueblo Nuevo, también acudió a las inmediaciones del Palacio de Gobierno, para solicitar que se construya una universidad para los jóvenes de su región.