Jazmín Ramos
CANCÚN QRoo.

Insultos, humillaciones, amenazas y hasta golpes han sufrido por lo menos una vez cinco de cada diez jóvenes durante el noviazgo, fenómeno que va a la alza y se considera un problema social grave, ya que es un reflejo de las desigualdades de género que aún son muy marcadas.

Datos de la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVING) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), refiere que las agresiones en las relaciones de parejas oscilan entre las edades de 15 y 24 años, la cual es progresiva e incluso transcienden en el matrimonio, al grado de que es una de las principales causas de separación.

Mildred Ávila Vera, titular del Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM), explicó que en la entidad se tiene un índice alto de la violencia contra las féminas, estadísticas que incluye el tema de las agresiones en el noviazgo, esto debido a que se sigue teniendo una actitud muy machista desde el seno del hogar, de tal suerte que se reproduce en las relaciones amorosas.

Mencionó que, si en un familia la violencia es cotidiana, los miembros quienes la integran la asumen como algo natural, entonces en los círculos de amistades van reproduciendo esas conductas y cuando llegan a establecer una relación sentimental tratan como han sido tratados y en el caso de las adolescentes que viven esas agresiones consideran normal que sus parejas las celen y las violenten.

“La violencia en el noviazgo parte de cómo hemos sido educados no solo en la familia, sino en la misma sociedad, todavía hay un marcado machismo y una desigualdad de género, situación que se refleja en relaciones interpersonales, de modo que los jóvenes lo perciben como algo natural, por lo tanto es muy frecuente la agresiones en la pareja”.
Ávila Vera, dijo que una relación de pareja marcada por la violencia repercute severamente en la salud física y psicológica de las víctimas y con sus relaciones interpersonales, pues quien la padece se va aislando, mientras que el agresor va tomando el control progresivamente de su vida, al grado de someterla, de modo que si no recibe ayuda, es muy difícil salir de esa relación.

Manifestó que, debido a que las adolescentes y jóvenes ven como algo cotidiano la violencia, rara vez denuncian o piden consejos, siendo las amigas o familiares quienes se dan cuenta de las agresiones a las que están sometidas, es ahí donde finalmente pueden asumir lo que está pasando y terminar con la relación.
“Es un proceso, pues quienes sufren violencia primero lo niegan y luego justifican, hasta que llegan a un punto en que las agresiones son evidentes, por lo tanto no pueden seguir asumiendo dicha negación”.

Bajo ese contexto, el sociólogo Horacio Lagunas, mencionó que la violencia entre las parejas jóvenes, pasa inadvertida, de hecho las estadísticas refieren que el 70% de los mexicanos entre 15 y 24 años, han sido víctimas de algún tipo de agresión, la cual se desata con los celos y es gradual hasta llegar a los golpes.
Comentó que, esta violencia puede manifestarse prohibiendo las amistades, luego alejándolas del entorno familiar, hasta que la víctima deja de conducirse por sí sola. También es común que los agresores exijan las claves de los dispositivos móviles, los correos electrónicos y redes sociales como una forma de fiscalizar y controlar todo el ambiente afectivo y social de la pareja.

Sostuvo que, los datos oficiales indican que la violencia en el noviazgo si no se para a tiempo puede llegar incluso a la muerte, pues la presión que tiene el agresor con la víctima no cesa, es gradual y cómo las jóvenes sometidas suelen pensar que el amor todo lo puede y que su pareja puede cambiar anteponen su seguridad e integridad.