BENITO JUÁREZ,Quintana Roo.-A causa de la avalancha de delitos y hechos violentos del que son víctima desde hace algunos años, habitantes de la Supermanzana 50 decidieron organizarse y protegerse entre ellos, poniendo en operación el sistema de alerta conocido como “alarma vecinal”. Al cual, dicho sea de paso, deberían de apegarse todas colonias y fraccionamientos.
Consiste en avisarse cuando alguno de ellos o sus familias está sufriendo algún delito, cuando alguien observa personas sospechosas o acciones extrañas, o cuando se percatan de que se cometió un robo o ilícito en la zona. A través de silbatos, se ponen en contacto con vecinos cercanos para que acudan al punto del llamado y dan aviso a las autoridades policiales.
Cuentan que, desde hace algunos años, tres por lo menos, han padecido el embate de asaltantes y ladrones de casas habitación que operan en supermanzanas de clase alta y media alta. Describen cómo sus parientes han sufrido salvajes golpizas para ser despojados de sus pertenencias.
La familia de doña Mariana ha sido de las más castigadas por la implacable hampa desde 2015, pues a su hijo lo han atracado cinco veces con arma blanca en distintos puntos de la ciudad (dos en la Sm. 50) y una a su ex esposo, quien tuvo que ser hospitalizado de emergencia por lesiones que le provocaron en su propia cuadra, a unos metros de su domicilio. Desde la terraza de su casa, la preocupada madre de tres jóvenes ha atestiguado como transeúntes han sido atacados a golpes.
“A mi hijo lo asaltaron aquí, en la puerta de la casa le pusieron un cuchillo en el estómago y le quitaron su dinero, cartera, teléfono, y en otra ocasión, como a los 15 días, lo volvieron a asaltar a una cuadra de la casa, sobre la avenida Kohunlich, también con arma blanca. Estaba tan asustado que tomó un taxi para que lo metiera una cuadra”.
“Al papá de mis hijos lo asaltaron con mucha violencia el año pasado, casi lo matan. Un hombre le puso un machete pequeño en el cuello y otro tipo le puso un cuchillo en el estómago, pero por desesperación, lo picó para quitarle la bolsa que cargaba. Además, lo tiraron al suelo y lo patearon horrible”.
Otra ama de casa, activo miembro del Comité Vecinal a la que llamaremos Amanda, nos platicó otros problemas del vecindario: “Los cristalazos a vehículos no faltan. Siempre te enteras de que ya le abrieron el coche a alguien o que ya le rompieron los cristales a alguien para robarle. Son grupos de maleantes que andan con mochilas, llevándose lo que encuentran a su paso. Se meten a las casas a plena luz del día, en la tarde, en la noche, para llevarse dinero o lo que encuentren… está terrible la situación”.
“Al vecino de enfrente le envenenaron a su perra para poder meterse a su casa; se dio cuenta que el animalito estaba muy mal y lo alcanzó a llevar a la clínica. Se lo salvaron, pero en 10 mil pesos le salió el chiste de los ladrones. Algunos opinan que si agarramos a alguien hay que lincharlo o darle un escarmiento, para poner un ejemplo o inhibir a otros delincuentes”, dijo.
Hartos de estos y otros abusos, unas 130 personas se organizaron para conformar el Comité Vecinal y mantenerse en alerta las 24 horas del día. Además, para prevenir riesgos y saber qué hacer en caso de una emergencia, reciben capacitación de la Dirección de Prevención del Delito de Seguridad Pública, y el apoyo casi inmediato de la Policía Preventiva cuando activan sus alarmas o piden auxilio al número de emergencias 911. Aunque hasta ahora no han visto resultados positivos, esperan que con esta medida pronto puedan disminuir los índices delictivos.(Francisco Javier Robles /QUINTANA ROO HOY)