Redacción / Grupo Cantón
Deportes.- La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció que actuará con “toda la firmeza” para sancionar a los responsables de los graves hechos de violencia registrados la noche del miércoles en Buenos Aires, durante el partido de vuelta entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile por los octavos de final de la Copa Sudamericana.
El partido, que se jugaba en el Estadio Libertadores de América, fue suspendido en el minuto 48 y posteriormente cancelado, luego de que seguidores de ambos equipos protagonizaran una brutal pelea en las gradas. Aficionados lanzaron objetos, se agredieron con palos, botellas y hasta pedazos de mobiliario del estadio.
La violencia dejó al menos 19 chilenos heridos, entre ellos una persona grave por heridas de arma blanca, y más de 125 personas detenidas, según confirmaron autoridades argentinas y chilenas. El embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, indicó que uno de los aficionados, aparentemente chileno, se arrojó al vacío para escapar de una golpiza, aunque resultó fuera de peligro gracias a que un techo amortiguó la caída.
Ante la gravedad del incidente, el presidente de Chile, Gabriel Boric, anunció el envío del ministro del Interior, Álvaro Elizalde, para brindar apoyo a los heridos y a los detenidos. “La violencia no tiene ninguna justificación y vamos a proteger los derechos de nuestros ciudadanos”, escribió el mandatario en su cuenta de X.
Las autoridades argentinas, por su parte, indicaron que ya se realizó una inspección en el estadio y se están revisando las cámaras de seguridad. La investigación está a cargo de la Unidad Fiscal 4 de Buenos Aires, que determinará si los detenidos serán liberados o procesados en las próximas horas.
La Conmebol informó que está recopilando toda la información necesaria y que ha remitido el caso a su Unidad Disciplinaria para evaluar las sanciones correspondientes. Hasta el momento, no se ha anunciado cómo se resolverá oficialmente el resultado del partido.
El encuentro de ida, jugado en Chile, había finalizado con victoria 1-0 para Universidad de Chile. El marcador en Buenos Aires iba 1-1 al momento de la suspensión.
La violencia en los estadios vuelve a poner bajo escrutinio la seguridad en el fútbol sudamericano, mientras las autoridades de ambos países trabajan para esclarecer lo ocurrido y evitar nuevas tragedias.