CANCÚN, Quintana Roo.- Casi siempre, en torno a los grandes eventos, están las historias que, al ser contadas en las vitrinas de los sucesos mediáticos, pueden rayar en hechos increíbles.
Están las de las generaciones que suponen tomar la estafeta del padre o el abuelo, con rasgos muy puntuales para darles ese toque de extraordinarias o hasta muy casuales, porque hay afinidades y detalles que suponen repetir algunos capítulos puntuales.
Pero adentrados a este Super Bowl LI, existe un episodio personal en el que van inmersas esas segundas oportunidades y, porque no, también los signos de revancha, pues por esas vueltas que da el deporte y la vida misma, ahora toca estar frente a los excompañeros.
Entre los Campeones de la Conferencia Nacional (NFC), los Atlanta Falcons, hay un jugador que hace apenas cuatro meses se debatía entre instantes catastróficos, sui generis, y hasta malarios.
Joe Vellano, quien presume un anillo de Súper Tazón, pues fue Campeón con los Patriotas en 2014, justo en septiembre estaba sin trabajo, y además experimentaba momentos contrastantes, pues su departamento en un suburbio de Boston, Massachusetts, se había incendiado.
Pero aquella fatalidad sucedió sólo días antes de que el tacle defensivo fue cortado por los Nueva Inglaterra Patriots, a los que enfrentará en el NRG Stadium, por el título Vince Lombardi.
Y lo que son las cosas, hoy el mismo Vellano, sin contarlo de manera grata o bonachona, está en las postrimerías de ser parte del llamado Súper Domingo, como hace tres años, y por supuesto le causa alegría y sobre todo orgullo haberle dado un vuelco a sus días grises y tristes.
El nacido el 30 de octubre de 1988, en Rexford, Nueva York, hoy sortea tiempos mejores y de bonanza, porque además su rol estelar en busca del campeonato de la NFL, se dio hace apenas algunos días.
De ser parte de la escuadra de prácticas de los Halcones Negros durante la campaña regular, quien fuera reclutado por los mismos Pats en 2013, fue promovido al primer equipo, debido a que el liniero defensivo, Adrian Clayborn, sufrió una lesión de bíceps durante el duelo de Ronda Divisional en contra de los Seattle Sehawks, que lo dejó fuera de circulación.
El egresado de Maryland se puso el jersey de los Falcons en la Final de la NFC, en el Georgia Dome, ante los Green Bay Packers, completando 18 participaciones en la rotación, y fue parte del triunfo 44-21, que precisamente hoy tiene a la organización en la contienda por el gallardete de la Liga.
“Creo que simplemente el trabajo duro reditúa”, dice el grandote Vellano. “Debes de salir todos los días enfocado en que conseguirás cosas grandes. Simplemente entrenas fuerte y haces lo que puedes día a día, y con suerte te resulta”, agrega.
Tener del otro lado como rival al equipo que lo dejó desempleado, no lo toma como la oportunidad de cobrar venganza o algo por el estilo, pues su mente está, en si le toca, ayudar a Atlanta para que logre el primer campeonato de su historia.
“El coach Bill Bellichick me dio la oportunidad de ser mejor, y realmente aprender este juego del futbol americano. Aprendí mucho estando ahí, aprecio y agradezco el tiempo”, cuenta.(Rodrigo Mojica / GRUPO CANTÓN)