Rodrigo Mojica
GRUPO CANTÓN
CIUDAD DE MÉXICO.- Los más cercanos a la relación que pudieron cimentar Sergio Ramos y Florentino Pérez, aseguran que ésta es de afecto, respeto, cordialidad. En palabras simples y claras, que se quieren mucho.
Sin embargo, y cruzando esa línea de lo personal a lo laboral, y porque del lado del presidente del Madrid, en este caso Pérez, las decisiones tienen que ser consensuadas, el acuerdo de trabajo terminó por romperse con el ahora excapitán.
Ramos, 16 años después, se va del conjunto merengue, pues no aceptó la reducción de sueldo, y mucho menos la renovación sólo por un año.
El amor eterno que parecían profesarse institución y futbolista, al final se vio fracturado por los dineros, y hoy será la despedida oficial del sevillano.
Con 35 años a cuestas, el zaguero central adelantará el final de su historia albina, pues su contrato termina el próximo 30 de junio.
Y se va del Real como una de las grandes leyendas de la historia, con 671 partidos; llegó a cambio de 27 millones de euros en 2005, procedente del Sevilla.
Cuatro Champions League, cinco Ligas, cuatro Mundiales de Clubes, dos Copas del Rey, tres Supercopas de Europa, y cuatro Supercopas de España, son sus logros como merengue.
Es el defensa más goleador con 101 tantos, y el cuarto jugador con más partidos en el club, tras Raúl González, Iker Casillas y Manolo Sanchís.
Y el adiós llega luego de su temporada con menos protagonismo y más algodones, porque las lesiones no lo perdonaron en el último año.