Seguridad

Incendio pone en riesgo viviendas en la región 256

Santiago Rodas / Grupo Cantón.

El percance desató el caos en los habitantes, quienes sin dudar se unieron para contener las llamas que se aproximaban a sus domicilios.

CANCÚN, Q.ROO, 14 de abril de 2025.- Una escena angustiante sacudió la tranquilidad de habitantes en Cancún la tarde del lunes, cuando un voraz incendio de maleza avanzó peligrosamente hacia decenas de viviendas en la Región 256, desatando pánico, caos y una acción colectiva que evitó una tragedia mayúscula.

Las llamas, impulsadas por el viento y la vegetación seca, comenzaron a propagarse con rapidez cerca del fraccionamiento Los Arcos del Paraíso, a la altura del periférico entre la avenida Lakín y el corredor que conecta con la zona continental rumbo a Isla Mujeres.

El fuego, según versiones preliminares, habría sido causado por vidrios abandonados que, bajo el sol ardiente, actuaron como lupas naturales y desataron el siniestro.

Vecinos, desesperados al ver cómo las llamas rozaban los límites de sus hogares, no esperaron a que llegaran las autoridades.

Con cubetas, mangueras y ayuda de pipas privadas, formaron cadenas humanas para contener el incendio.

A ellos se unieron ciudadanos solidarios, ajenos a la zona y sin relación con el municipio o el estado, quienes llegaron con palas, extintores y una voluntad férrea de no dejar que la tragedia los venciera.

“Pensamos que todo se iba a perder, las llamas estaban a metros de las casas… fue una pesadilla”, relató Marcela López, vecina del lugar.

Minutos después, y tras el llamado urgente al 911, arribó el Heroico Cuerpo de Bomberos de Cancún, cuyos oficiales se sumaron con rapidez y estrategia para sofocar el fuego que ya alcanzaba un área verde contigua a los edificios.

A pesar de la gravedad del siniestro, no se reportaron personas lesionadas ni daños a viviendas, un milagro que los habitantes atribuyen a la unión vecinal y la oportuna respuesta de los bomberos.

Advertisement. Scroll to continue reading.
[adsforwp id="243463"]

No obstante, el hecho evidenció una preocupante realidad: las autoridades militares cercanas al corredor norte y la zona del basurero no respondieron en el momento crítico.

El voraz incendio dejo al descubierto la fragilidad de las zonas habitacionales que colindan con áreas sin mantenimiento, así como la urgencia de implementar medidas de prevención en temporada de calor, especialmente en sectores rodeados de maleza.

Lo que pudo ser una tragedia sin precedentes terminó siendo una muestra poderosa de resiliencia ciudadana.

Pero la alerta está encendida: el fuego no da segundas oportunidades.

Publicado por
Daniela Balbuena