Santiago Rodas / Grupo Cantón
Cancún.- Un operativo conjunto entre la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo y elementos de la Guardia Nacional logró desmantelar una red de trata de personas que operaba con impunidad en dos bares de la región 100 del municipio de Benito Juárez.
Durante la intervención, fueron rescatadas 33 mujeres entre ellas mexicanas y extranjeras, que eran explotadas sexualmente bajo un esquema de prostitución forzada y esclavitud moderna encubierta.
Las víctimas eran obligadas a vender servicios sexuales por hasta 3 mil pesos por turno, de los cuales debían entregar la mitad a los propietarios de los establecimientos.
Además, realizaban bailes privados por 300 pesos y consumían bebidas con clientes que pagaban hasta 500 pesos por copa.
Todo bajo vigilancia y presión constante, dentro de recintos disfrazados de bares, pero operados como centros de explotación humana.
La primera redada se realizó en un bar clandestino ubicado sobre la calle 155, entre las calles 44 y 46 de la Supermanzana 100.
Ahí fueron localizadas 16 mujeres: 13 mexicanas, dos venezolanas y una argentina, todas atrapadas en un ciclo de abuso y sometimiento económico.
Horas después, una segunda incursión en otro inmueble de la misma zona permitió rescatar a otras 17 mujeres: 13 mexicanas, dos colombianas, una venezolana y una hondureña, quienes sufrían condiciones similares.
Las víctimas eran tratadas como mercancía sexual en un sistema que les robaba su dignidad y libertad.
Bajo promesas falsas de trabajo o mejores oportunidades, muchas fueron captadas y forzadas a prostituirse, bajo amenaza, deuda o engaño.
Los establecimientos fueron asegurados y clausurados por las autoridades.
Las mujeres fueron trasladadas a las instalaciones de la Fiscalía para recibir atención médica, psicológica y legal, así como brindar sus declaraciones ante el Ministerio Público, quien integrará sus testimonios en las carpetas de investigación correspondientes.
Los operativos revelan una estructura delictiva más profunda que aún permanece en las sombras de Cancún, y que podría involucrar redes de trata transnacionales.
La Fiscalía advirtió que las investigaciones continuarán hasta dar con los responsables intelectuales y operativos de estos delitos.
Una ciudad que vive del turismo no puede permitir que la explotación humana se normalice entre luces de neón y música a todo volumen.