Cancún, Q.R.- Lo que parecía una oportunidad de entretenimiento y premio fácil terminó siendo una trampa costosa para varias familias de Tizimín.
Durante las vacaciones de Semana Santa, juegos de azar itinerantes se instalaron en la vía pública, ofreciendo atractivos premios como electrodomésticos a quienes participaran.
Sin embargo, la realidad fue distinta: algunas personas llegaron a perder hasta 18 mil pesos en su intento por ganar una simple licuadora.
Según testimonios de los afectados, los juegos conocidos como “los cascarones” aparentaban ser inofensivos, pero funcionaban bajo dinámicas engañosas que incitaban a seguir apostando con la promesa de estar “a punto de ganar”.
Estos módulos no están regulados ni cuentan con permisos formales para operar.
Vecinos de la zona denunciaron que este tipo de actividades son comunes durante temporadas vacacionales, cuando el flujo de visitantes aumenta y se incrementa la presencia de negocios improvisados. A pesar de la constante presencia de estos juegos, no ha habido una intervención efectiva por parte de las autoridades.
Ante la creciente preocupación, habitantes y líderes comunitarios hacen un llamado urgente al Ayuntamiento y a la Policía Municipal para supervisar y, de ser necesario, retirar este tipo de actividades que afectan la economía local y fomentan prácticas poco transparentes.
Las autoridades, por su parte, ya han advertido a la población sobre los riesgos de participar en este tipo de juegos y reiteraron que cualquier denuncia puede realizarse de forma anónima para evitar represalias.