Santiago Rodas / Grupo Cantón
CANCÚN.- La ciudad de Cancún enfrenta una alarmante oleada de violencia, con al menos 35 ejecuciones durante el mes de enero, registradas en varios puntos de la urbe. La proliferación de hechos delictivos ha llevado a identificar cinco nuevos sitios de riesgo, donde grupos antagónicos protagonizan actos violentos desde el inicio del año.
La delegación del poblado Alfredo Vladimir Bonfil se ha convertido en un foco rojo delictivo, destacándose por los elevados índices de ejecuciones, homicidios dolosos, y casos de víctimas descuartizadas y desmembradas. Hasta el último día de enero, la zona de Bonfil, englobando las regiones 306, 307, 308, 309 y 310, se caracteriza por la presencia de ocho cadáveres que exhiben evidentes signos de violencia y tortura, siguiendo los métodos característicos de la delincuencia criminal.
Este miércoles, un nuevo incidente se suma al sombrío panorama con el hallazgo de tres cuerpos sin vida en una obra en construcción, resultando en la detención de una persona, aunque los detalles aún permanecen desconocidos. Las autoridades locales han iniciado investigaciones tras el reporte de una persona desaparecida.
En el transcurso de enero, la violencia ha dejado un rastro mortífero en diversos puntos de Cancún. La primera semana reportó al menos tres muertos, incluyendo a una mujer, en la región 227, una zona irregular. La cifra se elevó a casi 10 muertos durante la segunda semana, con casos registrados en áreas catalogadas como peligrosas, como Villas Otoch Paraíso, Paraíso Maya, Paseo del Mar y la región 260, debido a los altos índices de violencia.
La tercera semana del mes añadió ocho casos adicionales, identificando cinco nuevos puntos que hasta entonces no habían registrado incidencias delictivas. Estos incluyen Donceles 28, la 309, 206 y 529, donde se reportaron incidentes a balazos.
El mes de enero se posiciona como uno de los más críticos en términos de incidencia delictiva, con al menos 35 ejecuciones criminales que han desafiado la capacidad policial de la ciudad. La última semana, marcando la transición a febrero, no fue la excepción, con más de nueve casos que contribuyen a la trágica suma de crímenes vinculados a células delictivas que operan en Cancún.
En un panorama aún más preocupante, se sugiere que la delincuencia organizada busca consolidar a Cancún como su principal base de operaciones, expandiendo sus actividades criminales y el tráfico de drogas en la ciudad y el Mar Caribe Mexicano.