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Enfrenta Cereso de Cancún desafíos en materia de seguridad, salubridad y operatividad

Santiago Rodas / GRUPO CANTÓN


CANCÚN.- El Centro de Reinserción Social (CERESO) en Cancún vuelve a estar bajo los reflectores debido a la controversia en torno a los privilegios que disfrutan ciertos reclusos, incluso aquellos vinculados a grupos delictivos de alto impacto, quienes parecen ser favorecidos para mantener la estabilidad dentro de la prisión.

A pesar de que la seguridad y administración del centro están bajo la jurisdicción de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en Quintana Roo, se observa una marcada influencia de las fuerzas federales, particularmente de la Marina Armada de México, en las operaciones de vigilancia y control del CERESO.

La Guardia Nacional, adscrita a la Marina, juega un papel crucial en la reducción del riesgo y la regulación de los ingresos y salidas en el centro penitenciario de Benito Juárez.

Según informes extraoficiales, ciertos sectores dentro del CERESO, como Albatros, El Cuadro y La I, están controlados por individuos asociados a células delictivas locales, quienes ejercen una influencia significativa sobre las operaciones internas.

A pesar de estas tensiones, se destaca que no todas las facetas de la vida en prisión son injustas.

Durante la semana, los reclusos participan en diversas actividades, desde labores y obligaciones hasta torneos deportivos destinados a aliviar el estrés y fomentar la convivencia.

Además, se ha observado que algunos reclusos se dedican a actividades educativas y artísticas, buscando generar ingresos adicionales vendiendo sus creaciones fuera de la prisión, lo que les permite cubrir gastos personales o legales.

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Sin embargo, se han documentado casos de violaciones a los derechos humanos dentro de la cárcel, así como el acceso privilegiado a tecnología y dispositivos electrónicos por parte de ciertos reclusos, particularmente aquellos vinculados a grupos delictivos.

La infraestructura obsoleta y las condiciones insalubres dentro del CERESO también son motivo de preocupación, afectando la calidad de vida de los internos y contribuyendo a la propagación de enfermedades.

A pesar de estos desafíos, se han implementado medidas para garantizar un trato justo y humano a los reclusos, incluida la posibilidad de que madres condenadas pasen tiempo con sus hijos durante la semana.

En última instancia, se espera que estas revelaciones impulsen un cambio significativo en el sistema penitenciario de Cancún, priorizando la seguridad, la equidad y el respeto por los derechos humanos de todos los involucrados.

Publicado por
Maritza
Etiquetas: cancúnCereso