CANCÚN, Quintana Roo.– ‘Manita de Tigre’ está recibiendo el parque de pelota “Beto Ávila”, casa de los 12 veces campeones de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), los Tigres de Quintana Roo, de cara a la Temporada 2017 que se pondrá en marcha el 31 de marzo.
El jefe de mantenimiento del campo, Florencio Vidal Miranda dio a conocer que el terreno de juego está a un 80 por ciento, pero confía plenamente en dejarlo en óptimas condiciones para cuando los Tigres inauguren su campaña en el parque de la Avenida Mayapán.
“Se está nivelando la media luna, se le está metiendo tierra al faltante que se erosionó. Ya terminamos la zona de advertencia. También se le está dando mantenimiento al pasto con fertilizante, el corte, el riego y todo lo que implica eso”, expresó.
El pasto que suele ser una impecable alfombra verde, y que deja con el ojo cuadrado tanto al que ahí juega, como al que va de visita, sigue en su etapa de recuperación, debido a una infección que sufrió el año pasado.
En cuanto al estadio se refiere, Vidal Miranda comentó que como cada año, se le está dando su mano de pintura, al tiempo de que se tendrán que acondicionar las áreas comunes como son baños, pasillos, gradas y palcos.
Por lo pronto ya se pintó la jaula de bateo, el gimnasio, el cuarto de coach, el comedor, el vestidor principal, baños, entre otras áreas, gracias a un staff de 16 personas por lo que estará listo para cuando el equipo bengalí empiece la pretemporada.
Gracias a la afición: Amador Gutiérrez
Amador Gutiérrez Guigui se despidió ayer como directivo de los Tigres de Quintana Roo a través de un comunicado, en el que agradeció a la afición las muestras de cariño en estos casi 10 años de apoyo al club bengalí.
“Principalmente quiero agradecer a Don Cuauhtémoc ‘Chito’ Rodriguez y a Francisco Minjarez, quienes me invitaron a participar en este exitoso proyecto llamado Tigres de Quintana Roo”, expresó el ya exdirectivo de la novena bengalí.
Gutiérrez Guigui deja el cargo dada la venta de la franquicia, y se muestra agradecido por las satisfacciones obtenidas y sobre todo por el trabajo realizado con creces.
“Estos años mostramos y entregamos juntos como directiva y oficina resultados tangibles y de gusto para la afición de bengala; diez pases a playoffs, cuatro finales y tres campeonatos de la Liga Mexicana”, destacó.
Además, apuntó “organizamos dos juegos de estrellas, impregnamos los colores felinos en la gente, entre muchos otros aspectos. A la cabeza con Chito Rodríguez conseguimos un excelente grupo profesional en cada área del club”.
Destacó que algo vital para el club independientemente de los deportivo y que la gente agradeció mucho, es el compromiso comunitario realizado y los programas sociales que se implementaron. “Siendo parte del sentimiento de pertenencia logrado. El que sintieran al equipo como suyo”, indicó.
“Celebro en lo personal como quintanarroense que se quede el beisbol profesional en la entidad, la continuidad de la legendaria franquicia felina y el apoyo al deporte profesional”, concluyó.
Diez años albergando a la novena bengalí
El Estadio “Beto Ávila” es la casa de los Tigres de Quintana Roo, equipo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y fue construido en 1980 e inaugurado el 23 de noviembre del mismo año 1980. Fue nombrado así, en honor al gran beisbolista veracruzano Roberto “Beto” Ávila, quien fue invitado a inaugurarlo.
En sus inicios, llegó a ser casa de las Ligas Municipales y la Liga Peninsular con el equipo “Marlins de Cancún”.
A principios de los años 90, el estadio permaneció prácticamente abandonado y fue hasta enero de 1996, cuando se anunció una nueva franquicia de la LMB con el nombre Langosteros de Cancún, por lo que el gobernador del estado, en ese entonces, Mario Villanueva Madrid, ordenó los trabajos de remodelación y el estadio se inauguró el 14 de marzo de 1996.
Fue en un juego diurno debido a que todavía no se instalaban las torres de iluminación, en el que ganaron los Leones de Yucatán 3-2. Para el 2006, los Langosteros se convirtieron en los Petroleros de Poza Rica y dejaron la ciudad.
En el receso entre las temporadas 2006 y 2007 después de muchas especulaciones, la directiva de los Tigres, que en ese entonces jugaban en Puebla, decidió que el equipo se mudaría de sede a Cancún con el nombre Tigres de Quintana Roo.
Por esa razón el estadio sufrió una gran transformación después de que el huracán “Wilma” lo destruyó. Se remodeló por completo el estadio y se amplió su capacidad de cuatro mil 500 a nueve mil espectadores. (Pedro Torres / QUINTANA ROO HOY)