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El Real Madrid también se rompe antes de la Champions League

Comenzó el partido con el Real Madrid en todo lo alto. Como si fuera una continuación de lo visto ante el Betis, el Leganés o el Alavés en los últimos diez días. Tras cinco victorias consecutivas, la felicidad se había instalado en el club blanco. Estaba haciendo las cosas bien, como solía, y la victoria se había vuelto normal de nuevo. Como siempre en ese club. Sin embargo, transcurrido un cuarto del partido, el Real Madrid de pronto desapareció. Y no volvió a regresar nunca más sobre el césped de Cornellá. Sorprendente.

Espanyol 1–0 Real Madrid: Gerard Moreno calienta Cornellá 

Zidane tuvo algunas rotaciones obligadas, con Marcelo, Kroos, Modric y Casemiro de baja, pero también aprovechó para darle descanso a Ronaldo -fuera de la convocatoria-, e incluso a Carvajal y Benzema, de inicio en el banquillo. Quién sabe si no fueron demasiados cambios. Pero lo que está claro es que nadie aprovechó los minutos que tuvo en Cornellá. Ni los más habituales, ni los menos. Ni los titulares, ni los suplentes. Sólo Keylor Navas, que volvió a salvar a los suyos con actuaciones de mérito, y Marco Asensio con numerosas acciones de muchos quilates en la primera parte, donde justificó el valor de la entrada, la caña y el bocata en el bar, o el abono mensual a la televisión de pago, dependiendo de las costumbres de cada uno. Pero ellos dos y nada más. Insuficiente a todas luces.

¿Hubo penalti para el Real Madrid por mano del Espanyol?

Dentro de un partido bastante pobre de los blancos en líneas generales, con poco acierto y menos ánimo aún, entre los que más crédito perdieron estaría Gareth Bale. El lateral que quería ser extremo y que acabó como delantero para no terminar de cumplir casi nunca en ninguna de esas posiciones. Sin un delantero centro de inicio, Zidane prefirió al bueno en su posición. Es decir, a Asensio de extremo, mientras que Bale hizo las veces de delantero. No parece que sea su posición ideal, teniendo que jugar de espaldas, con menos espacio para explotar su velocidad que desde la banda, y nulo nervio para agitar el área rival además. Aunque sus compañeros le buscaron en largo. Tampoco parece de todas formas que lo hubiese hecho mejor jugando en cualquier otra parte del campo. En Cornellá tuvo hasta cuatro remates francos dentro del área y cada ocasión murió nada más salir de su bota o su cabeza. Lo del sábado de marcar un gol y forzar un penalti ante el Alavés quedará seguramente como una más de tantas excepciones dentro de una carrera con más ausencias que certezas.

Así las cosas, el partido moría poco a poco con el Espanyol subiéndose a las barbas del Real Madrid y los blancos entregándose por momentos también a la pereza. O a su recuperada flor. Con una inmensidad de errores no forzados que quedaron en el limbo, como si nadie quisiera enmendarlos. O como si supieran que terminarían ganando aunque no estuviesen jugando un mínimo tolerable para el espectador. Y el caso es que Asensio la tuvo en el descuento, pero su pase de la muerte no encontró a Sergio Ramos como rematador. Porque sí, Ramos jugó los últimos ocho minutos como delantero centro en un solitario arranque de pundonor mal entendido que acabó pagando caro el Real Madrid. Otra vez más. Pues el que marcó no fue el equipo blanco, sino que en la última jugada del partido fue Gerard Moreno con una preciosa volea aprovechando un vacío dentro del área visitante quien desequilibró la balanza. Quizás lo merecieran los pericos. Seguramente no lo esperaba el Real Madrid, que sin Cristiano Ronaldo en la convocatoria, también se rompió poco antes de la Champions League, como Neymar.

 

Fuente / Goal 

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Publicado por
Redacción Quintana Roo
Etiquetas: encorto