PALOMA WONG

GRUPO CANTÓN

CHETUMAL.– La posible ruta del Tren Maya en su tramo 6, empieza a generar preocupación debido a la amenaza de destrucción que representa su paso por la zona arqueológica de Chakanbakán, señaló Fernando Cortés de Brasdefer, investigador del Centro INAH Quintana Roo y encargado del proyecto de dicha ciudad maya, que está bajo proceso de investigación y restauración para su apertura al público.

Señaló que, hasta el momento, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Quintana Roo, no ha sido informado oficialmente de los trazos de ruta del Tren Maya en sus diferentes tramos por el Estado, y solo se ha logrado obtener algunos datos a través de ejidatarios.

Sin embargo, externó que existe una preocupación, toda vez que esto podría generar destrucción de los vestigios arqueológicos asentados en esta zona, tal y como ha sucedido en otros puntos donde se ha afectado la riqueza histórica de la Península de Yucatán, pues al parecer la ruta del Tren Maya que pasará por Bacalar estará cerca de este centro ceremonial, el cual incluso no ha sido abierto al público. 

“Es el tramo 6, que viene de Tulum, si me preocupa mucho el hecho de que vaya a cruzar la ciudad prehispánica. Nadie nos va a presentar el trazo por ser un proyecto de estado y sabemos que pasará por allá porque ya vi las líneas de trazo que están haciendo”, afirmó. 

CONFLICTO

Aclaró que la postura no es en contra del Tren Maya, pero si lo que se busca es tener un detonante turístico y económico para esta región del Estado, en particular para el municipio de Othón P. Blanco, las autoridades deben tener en cuenta que es importante cuidar y proteger los vestigios mayas los cuales son de gran importancia para generar fuentes de trabajo y una atracción turística más. 

Reitero que desconocen el proyecto del Tren Maya, ya que incluso han sabido de la presencia de arqueólogos federales que han recorrido la zona, pero no han tenido contacto con nadie del sur de Quintana Roo quienes son los que se mantienen en los trabajos de exploración. 

Cortés de Brasdefer recordó que desde el 2018, la actual administración estatal mostró interés en la apertura al público de la zona arqueológica de Chakanbakán, lo que se ha retrasado ante la falta de recursos por parte de la Federación, para acelerar los procesos de exploración a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia. 

“Consideramos que va a pasar en medio del sitio arqueológico y creo es momento de defenderlo para evitar sea destruido y ver que haya recursos para la explotación, estudio y conservación”, afirmó. 

El investigador del INAH dijo que contrario a lo que sucede en otros sitios arqueológicos o en otros puntos del estado o la península de Yucatán donde se llevan a cabo ya los trabajos del Tren Maya, los ejidatarios están en la mejor disposición de negociar para que se destine recursos a la zona arqueológica se realice investigación y con ello pueda apresurarse al público y con ello en conjunto con la estación que estaría en Nicolás Bravo detonar económicamente la zona.