La FIFA aprobó un plan de ayuda para que el mundo del fútbol haga frente a la pandemia de la COVID-19, por el que envió una disposición de este 1.500 millones de dólares con donaciones y préstamos, y un presupuesto revisado para el ciclo 2019-2022.
De forma unánime, el Consejo de la organización reunido por videoconferencia, dio luz verde a este plan de ayuda, diseñado por la administración de la FIFA en estrecha cooperación con las confederaciones, cuya tercera etapa incluye donaciones y préstamos, después de haber liberado a las federaciones de una serie de pagos.
Según informó la FIFA, se otorgará una donación solidaria universal de 1 millón de dólares a todas las asociaciones miembro, y se asignará una donación adicional de otros 500.000 específicos al fútbol femenino. Cada confederación tiene además una subvención de 2 millones de dólares.
Respete a los préstamos las federaciones podrán pedirles sin intereses por un monto de hasta el 35% de sus ingresos anuales auditados, y en aras a la solidaridad habrá un préstamo mínimo de 500.000 dólares y un máximo de 5 millones. Cada confederación tendrá acceso a un préstamo de hasta USD 4 millones.
Las federaciones podrán dirigir tanto las subvenciones como los préstamos a la comunidad futbolística en general en sus territorios, incluidos clubes, jugadores, ligas u otros que se han visto afectados.
Para las dos primeras etapas del plan la FIFA liberó a las federaciones de forma inmediata de todos los pagos de costos operativos “Forward”, con la oportunidad de transformar las subvenciones del desarrollo de este mismo programa en fondos de ayuda operativa COVID-19, con la asignación al fútbol femenino de un mínimo del 50% de los fondos liberados.
La FIFA ejecutará controles estrictos sobre el uso de fondos, requisitos de auditoría, así como condiciones claras de reembolso del préstamo para cumplir el plan del plan a través de un comité directivo que dirigirá Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión de Gobernanza de la FIFA, gobernador del Banco de Finlandia, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo y ex vicepresidente de la Comisión Europea.
Los miembros del Consejo aprobaron también el presupuesto anual de 2021 y el revisado para el ciclo 2019-2022, tras una evaluación del impacto financiero de la pandemia, aunque la previsión es que al final de este ciclo el nivel de superavit sea el mismo.