Cancún.- Esta tarde, una nueva agresión de taxistas a conductores de Uber tuvo lugar en el hotel Royalton, que se ubica en la carretera federal 307, en los límites de Benito Juárez con Puerto Morelos.
De acuerdo con datos preliminares, la conductora de esta plataforma llegó a este hotel por unos turistas, cuando de pronto fue atacada por un grupo de taxistas del sindicato “Andrés Quintana Roo”.
Al parecer, los taxistas lanzaron un ladrillo al cristal trasero del vehículo que manejaba la conductora de Uber, quien momentos después fue auxiliada por otros compañeros de la plataforma digital.
La llegada de estos otros conductores, así como el ajustador del seguro automotriz de la víctima, hizo que el acceso a este hotel quedara temporalmente obstruido, con los taxistas agrupados en la zona, queriendo sacar a estos otros vehículos y estos socios de Uber rehusándose.
Este bloqueo complicó la circulación por la carretera federal 307, por lo que al lugar llegaron agentes de la Policía Municipal.
Finalmente, todos se retiraron, al parecer sin detenidos. Hasta ahora se ignora si la víctima de esta agresión interpuso su denuncia ante la Fiscalía General del estado.
Al respecto de este ataque, Carlos Calzado Calzado, uno de los representantes de los choferes de Uber en Cancún, culpó al fiscal Óscar Montes de Oca por estar de “brazos cruzados” ante las agresiones que se han registrado contra los conductores de esta plataforma.
De igual forma, acusó al Gobierno del Estado por presuntamente solapar y promover estos ataques.
“Cuando te inventas un cargo para poner a un socio del sindicato, como es a la Dirección de Gobierno, en donde nombras a Erika Castillo (ex diputada local e hija de un ex dirigente taxista), entonces pones ahí una ‘manita arriba’ para la impunidad en cuanto al Sindicato de Taxistas”, resaltó el también periodista.
“Estamos hartos de la impunidad; hartos de que llegues a la Fiscalía y no te reciban la denuncia”, añadió.
Por su parte, en entrevista aparte, Águeda Esperilla Soto refirió que no hay certeza, hasta el momento, sobre lo ocurrido después del ataque, aunque es sabido que ir al hotel Royalton es algo muy arriesgado, toda vez que allí los taxistas de base son muy agresivos.
“Ese sitio ha tenido muchas denuncias de gente armada, de amenazas, de muchas cosas de que han hecho ellos, y la autoridad no ha hecho nada. Entonces, la autoridad es responsable de todo lo que pasa, por su omisión, por su complicidad, por su protección”, comentó.