Roberto Lemus / Grupo Cantón
TULUM.– El campo local de Limones fue escenario de un vibrante encuentro amistoso de sóftbol femenil entre las Diablillas Mestizas de Hondzonot y el equipo anfitrión de Limones, en un duelo que no solo se distinguió por la entrega de las jugadoras, sino también por la gran respuesta de la afición.
El partido arrancó a la 1:00 de la tarde y reunió a muchísimos espectadores que respaldaron con entusiasmo a ambos equipos. Aunque el marcador final favoreció al conjunto local, el ambiente estuvo marcado por la hermandad deportiva y la calidez de la comunidad que acudió a disfrutar del espectáculo.
Manuel Jiménez, mánager de las Diablillas, destacó la importancia de este tipo de encuentros:
“Fue un gran partido, nos trataron muy bien y estamos agradecidos con la afición y con los organizadores. La gente se fue contenta y nosotras regresamos satisfechas, porque más allá del resultado, lo que vale es la convivencia y el fomento al deporte femenil”, expresó.
Tras el encuentro, ambos equipos compartieron un momento de convivencia en el que no faltó la buena comida ni el reconocimiento mutuo por el esfuerzo dentro del diamante.
La comunidad local celebró no solo el espectáculo deportivo, sino también el impulso que estos partidos amistosos representan para el desarrollo del sóftbol femenil en Quintana Roo.
La jornada dejó claro que el deporte en pueblos y comunidades de la zona maya no solo es competencia, sino también un puente de integración social que fortalece valores y tradiciones, con las Diablillas de Hondzonot como referente histórico del béisbol y sóftbol femenil en la región.