Cancún ha sido desde hace muchos años la joya de caribe Mexicano. Desde sus inicios, se decía que era un lugar mágico, hermoso y lleno de oportunidades de crecer o trabajo. Muchas familias de diferentes partes del país migraron hacía ese pequeño pueblito que ahora es Cancún, con sus bellos paisajes y calles de arena. Cuarenta años después, Cancún sigue teniendo sus hermosas playas (ligeramente más pequeñas) pero con una diferencia enorme de tamaño, población e infraestructura. Ya no hay calles de arena, ahora son grandes avenidas (con baches), puentes y desniveles; con una población que pareciera duplicarse cada cinco años. Con todos estos cambios, naturalmente, trajo desafíos de desarrollo urbano y habitacional. Pareciera chiste (o meme) que una de las avenidas más grandes separara la percepción de inseguridad y delincuencia en la ciudad. Los últimos estudios del INEGI y de la Mesa de Seguridad y Justicia de Cancún señalaron que la zona norte es la más peligrosa, con más alto índice de asaltos, homicidio y violaciones; para ser más preciso las regiones 237, 103, 77 y 249. Pero sin duda, uno de los lugares con más altos índices de criminalidad es la Villas Otoch Paraíso. Este lugar acumula una serie de factores que lo hace un perfecto escenario para que se cometan delitos y los criminales se escondan: casas pequeñas, pocos lugares de esparcimiento, muchos callejones, deficiencias de iluminación, alto nivel de consumo de drogas, deserción escolar, violencia intrafamiliar, poca vigilancia o supervisión por parte de los cuerpos de seguridad, incluso la limitación de servicios (porque hasta el internet tiene miedo de entrar ahí). Esta zona pareciera ser las favelas de la ciudad. Ahora, hay nuevas “colonias” que tienen el potencial de convertirse en las nuevas áreas criminales. Una de estas son las invasiones sobre el arco vial cerca del camino a Rancho Viejo. Este asentamiento se está desarrollando completamente en la ilegalidad: Invadir, deforestar, construir y robar electricidad. Poco a poco se generará un perfecto escondite. Un lugar que no tiene registro de ningún tipo, una tierra sin ley. Poco a poco estos lugares de hacinamiento será el nido de eventos violentos y crueles, hechos tan atroces que pareciera que salieron de una película de terror.
