#VenaCava
¿Y si el Diablo no viste a la moda?
Alguna vez le pregunté a dos señoras de edad de 50 años aprox. y de posición económica «pudiente», por qué compraban ropa de paca si podían comprarse algo más duradero en Liverpool o Suburbia, en aquel entonces no existía la famosa marca Shein o paquetería Temu.
Ambas, coincidentemente respondieron que no era el dinero en sí, sino la sensación de estrenar a cada rato y no verse como retrato, siempre con la misma ropa como sus papás y abuelos.
En la Maestría, en clase de innovación, dimos los entonces jóvenes con una observación: el mexicano no compraba moda. El suéter o muchas cosas de años de uso a veces se presumía de que fue heredado de alguien de la familia.
Con el Tratado de Libre Comercio eso empezó a cambiar poco a poco y los más fashionistas cada año estrenaban. Y los que querían imitar, iban a la famosa tienda de paca o pulgas a no quedarse atrás pero con la estigma de traer algo usado y tal vez baja calidad.
Con las ventas online y post pandemia el boom del fast fashion fue exponencial, paradójicamente el no salir de casa no era excusa para estrenar ante las redes sociales el labial, brillo, perfume, lencería, videojuegos, pelucas, etc. Y México, enamorado no solo de la cultura oriental, sino del cosplay, la fiesta y el glamour, también entró al juego de comprar con un click.
Lo demás es historia, no fue culpa de algún mal gobierno perverso o tal vez sí, pero hay un hecho científico, en NeuroMarketing está demostrado que el envío directo hasta tu casa es dopamina. Así sea un sacapuntas en forma de nariz (como llegué a pedir) es la sensación más placentera para nuestro cerebro en una compra. Es como recibir a Santa Claus cada quincena si así se quisiera.
Todo esto viene en relación a las medidas arancelarias contra mercados asiáticos de la industria textil, al considerar desleal los costos en comparación con México que en apariencia están dejando sin empleos a muchos. Yo considero que la estrategia es brusca por parte del gobierno, al fin de cuentas es una medida, pero la rudeza no es por la parte política o económica, viene porque esa compra es una adicción neurológica, inclusive algunos empaques traen un aroma específico para que al abrir la codiciada entrega huela a nuevo.
Recomiendo, por temas de la influencia de la moda en política, arte y sociedad, conocer más a ese diablo que quieran desvestir. Es un mounstruo.