#VenaCava
Querida sociedad, soy Neurodivergente
Si por el número de Medallas Olímpicas se considera el rendimiento deportivo de México, la comunidad Paralímpica nos da el resultado más emblemático a nivel mundial.
Por lógica, esto habla de un espíritu, disciplina y desarrollo de habilidades a personas con capacidades diferentes.
Pero el deporte es solo un aspecto, aunque necesario, no el único en el que se tiene que cambiar el tema de inclusión por normalidad de convivencia para las Neurodivergencias.
Ojo, normalidad de convivencia no significa ignorar o pasar por alto las especificaciones que tienen las personas neurodivergentes. Este término, explico, se les da a las personas en condición de Autismo, Asperger, Down, TDH, lento aprendizaje o con alguna. Incapacidad psicomotora.
Un factor descubierto es que muy a pesar de que algunos son no hablantes, después de años de entrenamiento, educación y voluntad lograron hacerlo y dijeron, según una Fundación Argentina de la que recibí un curso, que desde siempre entendían todo pero estaban imposibilitados a dar retroalimentación.
En una breve pero gratificante intervención desde el Arte con personas neurodivergentes he dado cuenta de muchos aspectos: cuando los papás muestran orgullo por sus hijos aún y con su condición, la autonomía del infante o persona crece; cuando la persona es valorada por algún talento, la autoestima de la persona crece; cuando las personas tratamos como respeto y dignidad al incapacitado y sus familiares, el espíritu de movilidad, aprendizaje y desarrollo se fortalece positivamente.
Necesitamos mayor apoyo a estas condiciones que la minoría presenta pero que en la mayoría tiene efectos muy favorecedores porque muestran el avance científico, humanitario y de voluntades. Solo requerimos educación, sentido comunión e inclusión.
Y por sentido común me refiero a tratar a todos con mucho respeto, no de arriba hacia abajo pues he visto que la genialidad no siempre viene envuelta en fundas humanas completas y a veces se concentra todo en el cerebro y no en el cuerpo.
Nos unimos entonces desde el corazón.