POR ALEJANDRO PALOME
Las víctimas son aquellas personas que salen perjudicadas o lastimadas ante un delito o un accidente, sin embargo, a veces, tiene la culpa de terminar así. ¿Estás revictimizando? No. Definitivamente hay que cuidarlas, atenderlas, protegerlas, pero también hay que entender no siempre la víctima es totalmente inocente de lo que le pasa.
El lunes de esta semana hubo un accidente en la carretera México-Cuernavaca. Está carretera por muchos años ha sido ruta de vehículos, caravanas y motociclistas. Muchas de estas personas la toman como pista de carreras, un autódromo público. En este incidente 7 personas perdieron la vida, siendo así un homicidio culposo qué también dejó 15 personas heridas, pero ¿qué lo provocó? Mejor dicho, ¿quién lo provocó? Un motociclista.
Lo que originó todo fue una motocicleta que circulaba a exceso de velocidad, rebasando temerariamente y moviéndose entre vehículos hasta que perdió el control derrapándose sobre la carretera. Esto hizo que los conductores que vieron el accidente fueran disminuyeran su velocidad hasta detenerse. Pero, como si no importara lo que estaba sucediendo, otros motociclistas que viajaban en caravana no frenaron y terminaron por estamparse en carambola. ¿Y quién tuvo la culpa? ¿La primera moto que se cayó, los autos que se iban deteniendo, las demás motocicletas que iba a exceso de velocidad? En la mayoría de las situaciones, el agresor tiene la culpa de las cosas, pero en este caso en especial, las víctimas tuvieron la culpa ¿Por qué? Por ir a 250 km/hr en una carretera de 110 km/hr, manejar sin respetar a los demás conductores e ir jugando a las “carreritas”. Son víctimas de su propia irresponsabilidad llevándolos a un trágico desenlace.
Somos una sociedad compleja, llena de imperfecciones y tropiezos; por lo mismo debemos cuidarnos y cuidar a los demás. No vivimos en completa felicidad y confianza en el país, entonces dejemos de actuar como si lo fuera. La seguridad no solo recae en el Estado, también en nosotros mismos. Si sales borracho, drogado, en un barrio que sabes que es peligroso o en cualquier otra situación donde sabes que podría ser o eres vulnerable, no te expongas; ya que el crimen siempre está buscando una oportunidad.
