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Ser un mal padrastro

Por Alejandro Palomec

 

Los mexicanos somos de alegría, fiesta y familia, está última suele ser la importante y definitivamente hay muchos tipos de familias. En está siempre se van a presentar problemas, algunos más serios que otros, pero lo lamentable es que también puede ser escenario para que sucedan los delitos más atroces.

Desgraciadamente los abusos sexuales o incluso hasta la pedofilia se desarrolla dentro del seno familiar, puede estar presente, pero nadie lo percibe. ¿Cómo puede pasar esto? Los niños son siempre las victimas principales siendo inocentes, tímidos, moldeables, fáciles de controlar y supervisar. Esta situación es aprovechada por miembros cercanos: padres, madres, tíos, abuelos o incluso primos. ¿Cómo pueden ocultar esto a la vista de todos? El miembro de la familia que abusa encuentra siempre alguna excusa o tiempo a solas con la víctima, aprovechan algún trayecto largo en el carro, lugar alejado o casa sola. 

Los criminales aprovechan la relación cercana de familia para saciar sus retorcidas fantasías ya sea mientras van a dar la vuelta, un momento de juegos o simplemente en un tiempo libre. Además, estos criminales manipulan, chantajean o amenazan a sus víctimas diciéndoles que les harán daño a sus seres queridos, que los van a lastimar o que es un juego secreto que nadie debe saber. Las victimas pueden estar en este circulo vicioso por años antes de que alguien se de cuenta o que ellas lo denuncien. 

Los niños están conscientes de lo que sienten, lo malo es que a veces no saben como expresarlo. Al suceder esto, se muestran alterados y nos dan señales de que pueden ser victimas de algún abuso. Estás van desde hacer dibujos extraños, tener miedo a estar solos hasta no querer usar cierto tipo de ropa.

 La semana pasada se detuvo al ex director de Seguridad Pública del municipio de Solidaridad. Esta persona abuso sexualmente de su hijastra durante 3 años, aprovechando su figura dentro de la familia y sus “contactos”. Lo bueno es que ya fue encarcelado y dentro del CERESO tendrá su de “bienvenida” especial.

Hay que estar siempre al pendiente de los más vulnerables, incluso dentro de nuestra propia familia: un dibujo muy marcado, una conversación, señas o deseos de no ir a ver a alguien puede ser la luz roja que nos está avisando de algo que no está bien. 

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Publicado por
Redacción Quintana Roo