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28 marzo, 2024

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LA INSEGURIDAD QUE LOS MILITARES IGNORAN PÉSIMAS DECLARACIONES

¿Qué es “inseguridad aceptable” cuando se vive rodeado de hombres armados?
Ese es el verdadero punto de las declaraciones del general Gabriel García Rincón, comandante de la 34 Zona Militar.
Que, además, reside en Chetumal.

¿Qué es “inseguridad aceptable” cuando se vive rodeado de hombres armados?
Ese es el verdadero punto de las declaraciones del general Gabriel García Rincón, comandante de la 34 Zona Militar.
Que, además, reside en Chetumal.
El desfasamiento, inmenso, que padece el militar debía ponernos la piel chinita del miedo. Porque, y esto es lo más grave, se trata de un jefe, es decir, de alguien que debe haber estudiado.
Era mucho mejor cuando los mantenían en silencio.
Estos teatritos, disfrazados de conferencias, que los obligan a dar son un horror. Dicen cosas que, esperaría, no deben pensar. Porque si es cierta su manera de “juzgar” la inseguridad en Quintana Roo, en Cancún, en la Riviera Maya sobre todo, estamos frente a la razón de la misma violencia.
No se combate lo que no se ve. Y no hay peor ciego que el que no quiere ver. ¿Dónde contabiliza, guarda, borra este general a todos los ejecutados? ¿Cuántos son pocos o muchos? ¿Y la impunidad? ¿Y su obligación de combatir al crimen organizado?
Esta es la pregunta mayor. ¿El jefe de la 34 Zona Militar tiene entre sus obligaciones combatir a criminales, coadyuvar con las autoridades federales y estatales en este tema?
Porque si no es así, si los narcotraficantes, los criminales, los sicarios, todos los que están peleando el control de diferentes plazas de narcomenudeo en el estado, no le interesan en lo absoluto al general Gabriel García Rincón, habría una explicación para su indiferente desidia.
Pero, aun así, aceptando que no está inmerso en la lucha contra criminales, son declaraciones de lo más desafortunadas. En Cancún llevamos, si no hubo más en estas horas, 170 ejecutados. Y ningún asesino detenido. Lo que no puede ser normal, lo que terminará por afectar enormidades, de forma negativa, al turismo.
Y si perdemos visitantes, no habrá cómo llevar pan a nuestras mesas porque de esto, del turismo, de que los viajeros decidan llegar a Quintana Roo vivimos todos en el estado.
¿Sabrá el general García Rincón, que vive en Chetumal, cuántos negocios han cerrado en Cancún? ¿Conocerá cuántas familias han dejado de salir por la noche por el peligro de quedar atrapado en un enfrentamiento?
Vamos más allá, porque en verdad no debió caer en este tipo de declaraciones el jefe militar, qué hacen entonces los soldados que enviaron, los de la gendarmería, los marinos… ¿A qué vinieron todos ellos si no tenemos un problema de inseguridad en Quintana Roo?
Dice el general que lo que les preocupa, juro que así dicen que dijo, no es la inseguridad sino “la percepción que tiene la ciudadanía” de esta inseguridad… ¿En qué quedamos?
¿Cómo imaginará el general poder cambiar esto, la canija “percepción de inseguridad” que tanto les preocupa? No parece abonar a su favor su desprecio hacia la realidad… O tal vez tiene instrucciones de vivir en otra realidad, siempre seguro, siempre rodeado de armas, siempre dispuesto en su imaginación a cumplir con sus obligaciones constitucionales…

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