Los titulares sólo reafirmaron algo que ya se hablaba entre bambalinas: un endeudamiento tremendo en Solidaridad y generalizado en todo el estado de Quintana Roo. Nadie lo pone en duda, todos están muy conscientes de ello, sólo era cuestión de tiempo para que explotara esta situación.
Ahora todos ya sabemos que pasará: se hablará y se hablará en todos los círculos sociales al respecto, se harán alegatos, se publicarán protestas y exigencias por aclarar y establecer hacia donde se fue el dinero y en pocas palabras, se hará tiempo. El tiempo necesario para que el evento catastrófico se diluya, se vaya olvidando paulatinamente en la memoria colectiva de la sociedad, se le eche tierrita y finalmente se dé carpetazo a tal ignominia.
Pero lo cierto es que esa deuda tendrá que pagarse y no será del dinero recuperado del latrocinio realizado por quienes detentan el poder, ya que bien sabemos que los políticos se cuidan las espaldas entre ellos, se muestran solidarios ya que todos tienen tejado de vidrio o cola que le pisen, lo que hace imposible que entre ellos se denuncien y se hagan juicios y sencillamente serán exculpados de toda imputación y con muy buena suerte, en el futuro, hasta una avenida pueda llegar a tener su nombre.
Así que para salvar la deuda abominable, sencillamente se convertirá en deuda de dominio público con lo cual usted, el de más allá, su vecino y todos los nacidos y los que nacerán y los que se naturalizarán en Quintana Roo, tendrán una porción de esa deuda sobre sus espaldas, pero despreocúpese, usted ni cuenta se dará ya que no le descontarán bajo ningún rubro en su recibo de nómina, la cosa funciona de otra manera.
