Síguenos

¿Qué estás buscando?

28 marzo, 2024

Sin Categoría

Amenazas de muerte de quien tiene el odio por discurso

El pasado sábado, cuando me disponía a ir al cine con mis hijos y pasar una tarde agradable en familia fui sorprendido por un mensaje intimidatorio:
“Ten cuidado por donde te mueves. Que te tengo vigilado. Lo que tú haces por la espalda yo te lo voy a hacer de frente”, fue el primer texto, a las 17:05 horas.
“Primera advertencia”, decía otro mensaje, enviado instantes después.
“Y guarda la pantalla. Para que guardes las pruebas de mi promesa”, leí en el último mensaje, a las 17:06.
A los mensajes los siguió una llamada donde me amenazaban de muerte a mí y mi familia, específicamente a mis hijos. Por supuesto su seguridad fue mi prioridad y tras ponerlos a salvo acudí a la autoridad a interponer las denuncias correspondientes.
Hacía días que me seguían, pero no le di mayor importancia al hecho, hasta que este sábado las amenazas tuvieron rostro y voz.
Carlos Mimenza, un desequilibrado ávido de atención que no ha superado el hecho de que la sociedad ya no le cree me ve ahora como su enemigo y no pensar como él, al parecer, merece la muerte.
La segunda amenaza por WhatsApp se dio a las 23:01 horas, mientas ponía la denuncia en la Fiscalía. En ella Mimenza aseguraba que contrataría a la plantilla de Anonymous para hacer ciberataques. “Voy a acabar con todos ustedes”, amenazó. “Esto apenas empieza”.
“A ti te voy a dar trato especial para que veas lo que es amar a Dios en tierras de fariseos. Cada paso que des tú y todo tu ámbito personal estará bajo vigilancia”, decía el mensaje.
Le contesté que la amenaza de muerte a mis hijos y mi persona no se quedaría así. “Miedo no te tengo. Te lo aseguro. Te equivocaste amenazando de muerte a mis hijos y mi familia”.
No caeré en el juego perverso de un cobarde, que no da la cara y se escuda tras un teléfono y perfiles de Facebook para atacar.
En momentos en los que Quintana Roo necesita paz, tolerancia y unión de la ciudadanía, Carlos Mimenza ha respondido con un discurso violento, que incita al odio. No tiene respeto por la autoridad, la ley ni los medios de comunicación.
Es pues, una persona sin principios, que no levantó un dedo cuando sus “amigos corruptos” estaban en el poder, pero que ahora que se le terminó el tráfico de influencias acusa, ofende y grita.
Debo decirle al señor Mimenza que no me intimida, que seguiré adelante con la labor informativa que me propuse cuando ElQuintanaRoo.mx vio la luz por primera vez.
No cesaremos en nuestra labor informativa, ahora menos que nunca, porque “si ladran los perros, es señal de que vamos avanzando”.

Te puede interesar

Advertisement